Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe.  Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo”.

Blaise Pascal

No hay manera de evadir la realidad de la existencia de Dios. Lo vemos a través de todo lo creado, porque Él le ha puesto su sello.  Hoy la misma ciencia comienza a doblegarse ante esta realidad.

“Dice el *necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!” Salmos 14:1