A continuación voy a relatarte el significado a la luz de la Biblia de la palabra conmiseración, palabra que de igual manera que las anteriores, como la queja, murmuración, o justificación, pueden llevarte hasta la destrucción personal, y no solo eso, sino a la pérdida de tu trabajo, familia, o amistades.

La Conmiseración

Conmiseración: Digno de lastima, miserable.
Dic. Océano: Compasión que uno tiene del mal de uno mismo.

Cuando venimos a Cristo, todos venimos con un concepto equivocado de quienes somos, ya que nuestro carácter de seguro fue malformado, a raíz de que nuestros padres, nos educaron de acuerdo a sus conocimientos humanos, por lo que ellos mismos ignoraban quienes eran en realidad, yo recuerdo que cuando era una niña, había oído decir que el proceso del ser humano era; nacer, crecer, multiplicarse y morir, y crecí con esa idea concebida en mi mente y no fue sino hasta mis treinta y ocho años de edad, cuando el Señor Jesucristo se apareció en mi vida, y fue a partir de ahí que fui llevada en un proceso a través de la Biblia, junto a mi Pastor terrenal y mis maestros, comprendiendo tres cosas;

  1. Quién era yo en Cristo Jesús
  2. Cuál era el propósito para mí aquí en la tierra
  3. Qué la muerte no era el fin, sino el principio de todo

1-Quién era yo en Cristo Jesús? Siendo la cuarta de seis hijos en mi familia, nunca supe quien era en realidad, siempre me considere tan insignificante, ya que mis padres estaban tan cargados con sus propios problemas que no tuvieron tiempo para afirmarnos, pues ellos mismos no sabían quienes eran, mi madre una joven mujer que se la pasaba investigando la vida de mi padre, llena de celos y desconfianzas, lo que ocasionaba una vida de conflictos y pleitos a diario; Papá, un hombre con una baja autoestima, ya que apenas había sobrevivido siendo un huérfano abandonado a su suerte desde que tenía un año y medio de edad,  quien conquistando a toda mujer que se le pusiere por enfrente, él pretendía demostrarse a sí mismo que  era alguien o probablemente, según él, esto le ayudaba a escapar de su propia realidad.

La carga económica de seis hijos, y un pasado lleno de mucho dolor y soledad sin Dios, y sin consuelo, el no haber tenido una identidad me llevo a cometer muchos errores personales, pero cuando supe que ya no eran los principios de mis padres terrenales los que regían mi presente y mi futuro, sino que era la Palabra de Dios, y fui descubriendo textos como por ejemplo; Ahora, pues, si diéreis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Exodo 19:5-6

1ªPedro 2:9 en realidad ahora sé quién soy, no para Cristo, sino en Cristo Jesús.

2- Mi propósito aquí en la tierra; ¿nacer, crecer, morir? si mi vida careciera de propósito, como cuando estaba sin Jesús,  a mis cincuenta y dos años solamente estaría esperando mi jubilación y retirarme para ver novelas, y pasármela holgazaneando en una vida vacía y sin sentido. Pero ahora no con Jesús, sino en Jesús, se que el límite es el Cielo, mi Padre Celestial me ha llevado por sendas que yo jamás imagine que existieran para mi, aquí estoy creyendo con todo mi corazón, que al ser parte de los obreros de su viña, siempre habrá trabajo para mi parte del propósito es, anunciar las virtudes de Cristo, sus maravillas, su poder, a través de mi diario vivir, anunciar el evangelio como embajadores de su reino, Anunciar su muerte y resurrección a toda criatura y tal como mi vida fue tocada por Jesús, ahora ser instrumento de bendición para otros.

1 Pedro 2:9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Colosenses 1:28 Nosotros anunciamos a Cristo, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.

Mateo 28:18-20 Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Amén.

3- Y que la muerte no era el fin; sino el principio de todo cuanto conozco que dice la Biblia en relación a los muertos en Cristo, sabemos que lo que nos espera es la misma Gloria de Dios; que no hay palabras para describir lo que se nos narra en Apocalipsis, lo que nos espera al remanente, a la Iglesia del Cordero.

Pablo dijo en  2ª Corintios 12:2-5, Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años, si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe. Que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Quizás nosotros no hemos visto estas visiones gloriosas, pero eso es la Fe, la certeza, la convicción de lo que aun no hemos visto pero que esta esperándonos para ese día.

Ahora sé que lo aprendido en mi niñez, no era cierto, sino que, parte de la verdad es que mi vida podía ser llevada a través de un viaje celestial aquí en la tierra, el cual  nunca había imaginado que pudiera existir para mí.

Por mis quince años en Cristo, he trabajado en el ministerio de mujeres y con mucho dolor he podido observar, cuánto daño hemos recibido, unas más que otras y he podido darme cuenta de la destrucción que causa en el corazón de un ser humano la conmiseración, hay dos formas de vivir la vida en el Señor, sintiendo lastima por nosotros mismos, lamiéndonos las heridas, llorando por la leche derramada, o sabiendo que tenemos un valor incalculable a través de la Sangre de Cristo, sangre derramada, con la cual fuimos comprados y limpiados de todo el pasado.

1 Juan 1:7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

Apocalipsis 1:5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre

Romanos 5:9 Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira,

Conmiseración, no es más que Compasión que uno tiene del mal de uno mismo

Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, Conmiserándome, o valorándome en Cristo Jesús… ¡Tú decides¡

Elsa de Moran
Semillas de Vida
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