“ Israel se acostumbró  a ver los milagros de Dios  alrededor de su vida.  Es fácil convertir lo sagrado en rutina, lo dulce en desabrido, lo tierno en dureza.  Líbranos Señor de perder la dulzura de tu presencia y convertirla en un ícono de religiosidad”.

Serafin Contreras G.