“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Víctor Frankl
El muro de los lamentos al cual me refiero, no es el Muro sagrado que está en Jerusalén donde tú puedes dejar tus ruegos personales, al contrario es un muro que tú has levantado viviendo una vida de lamentaciones.
El asunto es que hay muchas personas lamentándose por su vida. Que su vida ha sido muy triste, que han tenido mala suerte. Unos se lamentan de que las cosas en su matrimonio no estén funcionando como ellos quieren. Otros se lamentan que los años transcurren y no han logrado nada. Hay quienes lamentan ser unos perdedores. Hay muchos pensamientos o palabras que utilizamos para lamentarnos:
Si pudiera…
Si hubiera…
Debería…
Cuanto lamento…
Ojalá tuviera otra oportunidad…
En respuesta a esta última frase, la oportunidad la tienes pero el dolor, las emociones mezcladas y la confusión que se siente en esos momentos no te permiten ver las oportunidades. No te digo que no te lamentes, ya que este es parte de la vida, lo que estoy diciendo es que no puedes pasar la vida lamentándote de lo que fue o de lo que pudo haber sido.
Tu no puedes cambiar tu pasado, sin embargo hoy tu puedes experimentar el perdón, la sanidad y el consuelo de Dios, y comenzar a diseñar tu futuro. Para ir hacia el futuro necesitas entender que aunque tengas que enfrentar consecuencias de tus decisiones equivocadas en el pasado, Dios siempre tiene la manera de hacer el bien.
“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8:28 (BLS)
Dios es un Dios grande, bueno y misericordioso que siempre va a sobrepasar nuestras expectativas. Deja que El sane tu dolor y tus lamentos, y comienza a soñar, quizás te sorprenda con muchas cosas buenas. Tu lamentación termina cuando comienzas a moverte hacia adelante. Tu pasado está detrás de ti y tu futuro está en las manos de Dios y El te invita a participar de forma activa, no pasiva.
Hay una historia llamada “El camino del tigre” que te ayudará a entenderlo mejor:
Un hombre caminaba por la selva cuando vio una zorra lisiada.
“¿Cómo se alimentará?”, se preguntó.
En aquel momento, se acercó un tigre con una presa en sus fauces. Sació su hambre y dejó luego lo que había sobrado para la zorra.
“Si Dios ayuda a la zorra, también me ayudará a mí también”, pensó. Volvió a su casa, se encerró, y se puso a esperar a que Dios le diese de comer.
Nada sucedió. Cuando ya se estaba quedando demasiado flaco para salir a trabajar, se le apareció un ángel.
¿Por qué decidiste imitar a la zorra lisiada? – preguntó el ángel. – ¡Levántate, coge tus herramientas y sigue el camino del tigre!
Nada sucede hasta que no des el primer paso. Para moverte hacia adelante necesitas cambiar, y la pregunta que debes hacerte ¿Qué necesito cambiar en mi vida? Por ejemplo, un matrimonio que está a punto de divorciarse y piensa que el esposo no la quiere porque está pasada de peso y comienza a trabajar lo físico para recuperar la mirada de El. Resulta que no es lo físico, no es el peso que uno muchas veces gana en la vida, sino que necesita mejorar su actitud, su personalidad o aprender a intervenir sus emociones, u otra cosa como la comunicación. El no saber que cambio debes hacer te puede llevar otra vez al muro de los lamentos.
Para hacer cambios significativos en tu vida, necesitas de un entrenador que te ayude a ver las cosas que no estás viendo y que te haga las preguntas correctas que te lleven a conseguir mejores posibilidades en tus relaciones, en tu trabajo, negocio o ministerio. Los resultados que puedas tener en la vida te sorprenderás.
“Las cosas no cambian cambiamos nosotros.” Henry David Thoreau
Hoy es el mejor día para salir del muro de los lamentos, hoy tienes la oportunidad de vivir la vida nuevamente y de hacer las cosas mejores.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com
hola…la clave para dejar el muro de los lamentos y enprender un nuevo camino es jesus es tener toda la disponibilidad y prioridad solo para el mucha comunicacion con el espiritu santo y podras decir gloria a dios puedo vivir sin preocuparme de mi pasado ya que debo trabajar por lo q grande q el señor todopoderoso tiene para mi ..y recuerden q cada vez q quiera volver el pasado orar orar y orar es mas grande lo que ahy en mi q es el señor ….dios los bendiga
Gracias hermanos por cada uno de los articulos aqui presentados los cuales han sido de gran bendición para mi vida.
La verdad, la costumbre de lamentarnos es algo que ha estado unido al ser humano desde tiempos antiguios.Recordemos a Israel el pueblo de Dios,que no paraban de lamenterse a pesar de las abundantes bendiciónes que el señor le daba.
Hoy mucho pueblo de Dios caemos en la misma trampa, cerrando los ojos alas grandes bendicióne que elseñor nos concede,en la parte material,espiritual,familiar etc.
Digamos como David. !Bendice alma mia a Jehova y no olvide ninguno de sus beneficios!!
Bendiciónes para todos.
Su hermano en Cristo..Luis Franco.
muy buena palabra..ya olvidemolo del pasado y pensemos en el futuro…..y sobre todo hablar con Dios….y que sea el…el que nos Dirija en lo que sigue adelante…
Dios les Bendiga
Atte.
Jeri Jasmani
Al anclarnos a las lamentaciones no nos permitimos crecer como personas. Cierto!, no quiere decir que no nos podamos lamentar. Lo importante es no anclarnos a los lamentos. Debemos ver los lamentos como oportunidades para crecer y trascender al aprendizaje que podemos obtener de ellos. Debemos buscar en nosotros la capacidad de convertir un lamento en una oportunidad para mejorar, que viene a representar entre otras cosas el ser honestos con nosotros mismos.
Gracias por este hermoso mensaje en el cual nos hace reflexionar lo maravilloso que es DIOS en nuestras vidas,que teniendolo a él en nuestros corazones nunca nos va a fallar el es un Dios fiel que nos ama siempre en todo momento, solo debemos ser abedientes a su palabra, bendiciones porque nos hacen crecer espiritualmente..