“Hay días cuando parece que él  me lleva por delicados pastos y me hace descansar junto a aguas de reposo, pero hay otros en que parece que me lleva por el valle de la sombra de la muerte.

A veces me siento extasiado mirando el hermoso cielo azul y otras veces mi mirada se coloca en el desierto seco y arenoso, sin embargo en todo momento su presencia me sostiene”.

Serafín Contreras G.

Salmo 23:4   Aunque ande en valle de sombra de muerte,  No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;  Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Salmo 139:8-12   Si subiere a los cielos, allí estás tú;  Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.  Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;  Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti,  Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.