Un profesor comenzó su conferencia sosteniendo en su mano un billete de $20.
En el aula habían 200 estudiantes a quienes preguntó:
“A quién le gustaría tener este billete de $20?” Inmediatamente se levantaron muchas manos.
El profesor entonces dijo:
“Le voy a dar estos $20 a quien…pero primero déjenme hacer esto.”
Procedió a estrujar el billete. Luego preguntó: “Alguien lo quiere todavía?”.
Las manos se levantaron nuevamente y en mayor número que antes.
“Bien,” replicó, “qué pasa si yo hago esto?” Lo tiró al suelo y comenzó a pisarlo con su zapato.
Lo levantó del piso, ahora completamente aplastado y sucio.
“Ahora, quién de ustedes todavía lo quiere?
Otra vez las manos de casi todos los estudiantes se levantaron rápidamente.
“Mis amigos, esta mañana ustedes han aprendido una valiosa lección.
No importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo deseaban, porque no había perdido su valor. Todavía valía $20.”
“Muchas veces en nuestras vidas, somos pisoteados, estrujados, y enlodados por decisiones que hicimos y por las circunstancias que se cruzaron por nuestro camino.
Nos sentimos como si fuéramos inservibles. Pero no importa lo que haya ocurrido o lo que ocurrirá, ustedes nunca perderán su valor ante los ojos de Dios.”
“Pisoteados, arrugados, o impecablemente planchados, ustedes son apreciables para Él.”
El valor de nuestras vidas no se establece por lo que hacemos ni por a quien conocemos sino por los que SOMOS.
Cuando se esta en continua compañía de Dios, ningún golpe será tan fuerte como para derribarnos.
para Dios siempre vamos a seguir teniendo el mismo valor
siempre y cuando hagamos lo correcto y no pequemos ante sus ojos.
Dios es amor y nos mostro su amor dando la vida por cada uno de nosotros. Gracias por cada reflexion que recibo son de gran bendicion para mi vida que Dios les bendiga.
La verdad es que cuando uno sufre demasiado y por un largo rato, si llega a la mente que uno ya no sirve para nada, pues uno siente que ya no produce ni producirá nada bueno.