El Código de honor del Matrimonio es el conjunto de reglas o principios que rigen la relación de una pareja que se une para convivir y formar una familia.

Constituye la conducta honorable dentro del núcleo familiar.

Este Código de Honor fue establecido Dios, creador del Matrimonio y tiene el propósito de proteger la familia como base del desarrollo integral de la humanidad disfrutando a la vez de todas las cosas buenas de la vida.

La esencia del Código de Honor del Matrimonio es el Amor entendido como una actitud de servicio, atención, apoyo, incondicional e incluso con manifestaciones de sacrificio a favor del cónyuge.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;  no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. I Cor 13: 4-7

La porción bíblica anterior contiene la esencia del Código de Honor del Matrimonio, que debe ser la actitud de cada miembro del matrimonio y la familia hacia los otros miembros. Si todos los miembros de la familia procuramos vivir nuestras relaciones bajo este código, el resultado será sin duda una familia saludable, próspera, exitosa y llena de vida.

El cumplimiento del Código de Honor en el ambiente familiar es una responsabilidad del Esposo como líder del hogar, designado por el Creador del Matrimonio, con el apoyo de su “ayuda idónea”. El hombre debe asumir esta responsabilidad modelando primero y exigiendo a todos los miembros de la familia a respetar ese código en todas las relaciones de la familia. Es su primera y más importante responsabilidad.

La Mujer fue diseñada para ser la mejor ayuda para su esposo y por tanto debe darle el lugar y respetarlo como el líder del hogar y ayudarlo a desarrollar su liderazgo para alcanzar el objetivo del matrimonio.

El código de Honor debe cumplirse incondicionalmente y ambos miembros del Matrimonio deben estar dispuestos a defender el Código de Amor con decisión, esfuerzo, y aún con sacrificio; y hasta la muerte. Esto definitivamente no es fácil, pero es nuestra responsabilidad si queremos obtener un destino agradable para nuestras vidas.

Para lograr honrar este Código de Amor en el matrimonio y la familia, es imprescindible el fortalecimiento de nuestra vida espiritual, mediante la oración, la lectura bíblica, la obediencia a los principios de vida, la asistencia a la Iglesia regularmente y sobretodo la decisión de establecer este código en el hogar.

Un código de honor se defiende hasta la muerte, no importa lo que cueste.

Los hombres de verdad, deben estar dispuestos a cumplir el Código de Honor y hacer que se cumpla en el hogar con decisión y fortaleza. Un hombre que no cumpla y no defienda este Código de Honor, no es un hombre! Que es difícil, si es difícil, pero para eso contamos con la ayuda del Espíritu Santo de Dios que nos ayuda en nuestras debilidades; pero Dios tiene que ver en nosotros primero la decisión de luchar por vivir y defender ese Código de Honor.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
CUÍDALO!

Luis y Hannia Fernandez
www.libresparaamar.org
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