Unos pocos años después de que nací, mi Papá conoció a un extraño recién arribado a nuestro pueblito en Iowa. Desde el comienzo, Papá estuvo fascinado con este encantador recién llegado y pronto le invitó a vivir con nuestra familia. El extraño fue rápidamente aceptado y siempre estuvo presente a partir de entonces.
Al crecer, nunca cuestioné su lugar en mi familia. En mi joven mente, él tenía un lugar especial. Mis padres eran instructores complementarios: Mamá me enseñó a diferenciar el bien del mal, y Papá me enseñó a obedecer. Pero el extraño… él era nuestro relator de historias. Nos mantenía hipnotizados por horas sin fin con aventuras, misterios y comedias.
Si yo quería saber cualquier cosa sobre política, historia o ciencia, él siempre sabía las respuestas sobre el pasado, comprendía el presente ¡y aún parecía capaz de predecir el futuro! Llevó a mi familia al primer partido de grandes ligas. Me hizo reír y me hizo llorar. El extraño nunca dejaba de hablar, pero a Papá no pareció importarle.
Algunas veces, Mamá se levantada en silencio mientras que el resto de nosotros nos acallábamos el uno al otro para escuchar lo que él tenía que decir, y ella se iba a la cocina buscando paz y quietud (me pregunto ahora si alguna vez oró para que el extraño se fuese).
Papá gobernaba nuestra casa con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sintió obligado a honrarlas. La irreverencia, por ejemplo, no se permitía en nuestro hogar… no de parte nuestra, ni de nuestros amigos ni de ninguna visita.
Nuestra visita de larga estancia, sin embargo, se salía con la suya con vulgaridades que quemaban mis oídos y hacían a mi Papá retorcerse y a mi Mamá sonrojarse. Mi Papá no permitía el beber alcohol con liberalidad. Pero el extraño nos animaba a probarlo de manera regular.
Hacía que los cigarrillos se vieran en la onda, los cigarros, varoniles y las pipas, distinguidas. Hablaba libremente (demasiado libremente) sobre el sexo. Sus comentarios eran algunas veces flagrantes, algunas veces sugestivos, y por lo general, embarazosos.
Ahora sé que mis primeros conceptos sobre las relaciones fueron fuertemente influenciados por el extraño. Una y otra vez se opuso a los valores de mis padres y sin embargo, rara vez fue reprendido… y nunca se le pidió que se fuera.
Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó con mi familia. Halló su lugar entre nosotros y ya no es tan fascinante como al comienzo. Todavía, si pudiesen entrar a la casa de mis padres hoy, lo hallarían sentado en su esquina, esperando a alguien para hablarle y observarle dibujar sus imágenes.
¿El nombre del extraño? Le llamamos “TV”.
Ahora tiene una esposa… y a ella la llamamos “Computadora”.
Tiene cuatro Hijos y se llaman. Ipod,Itouch,Celular y MP3.
Enviado por Leland Edwards
La narración-ilustración de hoy es sumamente poderosa, no porque condene la tecnología que tanto bien puede producir a favor nuestro, sino porque nos advierte del poder de ese extraño que diariamente se cuela en nuestros hogares.
No se trata de ignorarlo, sino de saber o al menos echarle la lucha por ponerle límites al alcance de su influencia sobre nuestros hijos y amigos. Recuerdo hace años un amigo cuya congregación realizó un “ayuno televisivo” por un período de tiempo… en clara respuesta a la inquietud que Dios despertó en sus líderes por la manera indiscriminada en que el “extraño” parecía estar tomando control de la vida de muchos creyentes.
El hecho de que ahora el “extraño” tenga esposa sólo nos debe llevar a buscar con más ahínco la vida abundante de la que el Señor Jesús nos hablase… que ciertamente trasciende las horas que podamos pasar sentados o acostados frente al “extraño” o su esposa. Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.
Raúl Irigoyen.
hola buenas tardes: pues les quiero dar las glesracias, por enviarme cada dia las reflexiones pues son increibles, y aprendo y tambien responden a mis dudas, claro se ke DIOS usa todos los recursos para llegar a nosotros y hablarnos, en una ocasion yo le estab fallando a DIOS y iba hacer algo que a DIOS no le agradada, y una leyenda en el bus decia DETENTE CRISTO TE AMA, aun asi le falle pero nunca lo he olvidado, y me arrepiento mucho, pero su misericordia es nueva cada dia y gracias a su gran misericordia estoy bien.pero las concecuencias de nuestros actos quizas son duras y eso talvez lo tendremos ke vivir.
¡Gracias, Hermanos, por tan impotante reflexión!. Pero pienso como el Hermano Vicente, quien opinó antes que yo: todo depende de la utilidad que le damos a los medios de comunicación modernos. ¿Podríamos reflexionar sobre ese artículo si no existiese la computadora…?. Que el Señor nos dé sabiduría en todo.
¡Que Dios los bendiga!
Ana María
Es cierto el extraño pasa a ocupar un lugar en nuestras familias que sin darnos cuenta nos aleja del verdadero sentido de la misma. Y no solo hay un extraño sino que cada quien tiene dos o tres extraños que hatsa lo acompañan para todas partes ocupando asi mas parte de nuestro vivir; es cierto nuestros pasan ma stiempo con los extraños que con sus mismos padres o responsables de su educacion, formacion; dejando dicho que hoy en dia esos extraños que forman parte del dia a dia reemplazan cualquier persona inclusive al creador.
Analizemos bien la situacion de esos extraños en nuestro nucleo amiliar y mantengamonos alerta para sacarlo del aire cuando no convenga.
El secreto esta en la comunicacion con nuestros hijos.
Que Dios los bendiga ….
si la verdad que el extraño se apodero tambien de mi casa pero no se saldra con la suya ya que oro a dios para que tome el control ya que soy la mas joven de mi casa y lo que digo parece nada pero dios es mas grande que todos entonces el si puede
Uno se imagina a una persona que no se caya y se le aguanta por caridad o compromiso al leer esto pero solo de esa forma es como aveces una se da cuenta de lo mucho que la tecnologia ha influido y esta influyendo que Dios nos ayude a no olvidar que los valores cristianos y morales deben avansar con la tecnologia o mejor aun mas que esta