La enseñanza principal de esta herejía está enfocada en que las cosas malas que nos suceden son consecuencias de los pecados de nuestros antepasados: enfermedades hereditarias (Diabetes, Obesidad, Hipertensión Arterial, Cáncer, etc.), intentos de suicidio, divorcios, infelicidad, miseria, ruina, desviaciones sexuales, idolatría, etc.
Según esta teoría las cosas adversas que nos suceden se deben a maldiciones que nos llegaron por pertenecer a un grupo familiar cuyo árbol genealógico fue infectado por la iniquidad.
Los que enseñan acerca de la maldición generacional dicen que los delitos de una persona fueran genéticamente trasferidos a todos sus descendientes. La gente no sólo hereda la naturaleza pecaminosa de sus antecesores (la tendencia que todos tenemos de rebelarnos contra Dios), sino que también adquieren la maldad acumulada de sus antecesores.
Como resultado, Dios los culpa, no sólo por sus propios pecados, sino también por los pecados de sus antecesores. Además, Satanás tiene derecho a seguir manteniendo un reclamo legal contra los creyentes que no han tratado de una forma eficaz con sus maldiciones generacionales, resultando en fracaso, violencia, impotencia, profanidad, obesidad, pobreza, vergüenza, enfermedad, aflicción, temor, y aun muerte física.
Los proponentes de la maldición generacional luego dirigen su enseñanza a su próximo paso lógico. Ellos concluyen que la sangre de Cristo fue derramada por los pecados de cada persona, pero que deben dar un paso adicional para quitar la trasgresión que hayan heredado de sus antecesores.
Se requiere este paso adicional para que una persona sea liberada de las ataduras que la mantienen cautiva al pecado de sus antepasados. Este procedimiento involucra una elaborada ceremonia que consiste en investigar y enumerar los pecados de sus antecesores hasta la cuarta generación, confesando los pecados por ellos, recitando oraciones y declaraciones recomendadas, rompiendo personalmente esas supuestas maldiciones.
Concepto erróneo de iniquidad:
Casi todos los maestros de la maldición generacional basan su enseñanza en alguna combinación de Éxodo 20:5,6; 34:6,7; Números 14:18; y Deuteronomio 5:9,10. Cada uno de estos textos contiene las palabras: “visitar la maldad (o iniquidad) de los padres sobre los hijos…hasta la tercera y cuarta generación.
La palabra clave de esta falsa enseñanza se encuentra en la palabra “iniquidad”. Según ellos, este término es una referencia a pecados graves que atan a personas aun después de convertirse. Estas iniquidades son identificadas como ataduras heredadas de los antepasados.
La palabra hebrea “Avvon” que es traducida como “iniquidad “, no es equivalente a “pecado”. Según El Diccionario hebreo Talmúdico de Strong: *5753 y *5771: “iniquidad” significa: malos hábitos” sinónimo de “mala conducta”
Lo que tenemos que tener claro es que el término en hebreo que se utilizó en Éxodo 20:5 para referirse a la maldad es el mismo que se usó en 34:7 para hacer referencia a la iniquidad.
Dicha iniquidad mencionada en estos textos se refiere a problemas de conducta que se aprende y no es algo genético que se hereda, evidentemente la conducta externa de los padres tiene influencia sobre los hijos, el ejemplo bueno o malo de los padres afecta a los hijos, pero esa está muy lejos de decir que son pecados que son heredados, lo que si es transferible desde el punto de vista genético son las enfermedades lo cual ha sido demostrado por la ciencia, como médico le aseguro que una sesión de exorcismo por maldición generacional no lo va a librar de la herencia de la Diabetes por ejemplo si usted no lleva un estilo de vida sano.
Entonces la palabra iniquidad y maldad mencionados en estos textos bíblicos se refieren a la influencia parenteral sobre sus hijos y no a la maldición generacional.
Concepto erróneo de maldición:
Otro concepto errado es el concepto de maldición que estos predicadores manejan está relacionado con los poderes mágicos de la superstición pagana, equivalente a un hechizo o un encantamiento que llevado al ridículo es similar al embrujamiento que convirtió al hermoso príncipe en un sapo. Este tipo de mito no existe.
La gente involucrada en la brujería, la santería o el vudú manejan estos conceptos mientras clavan agujas en un muñeco, le suenan la maraca al enfermo o bailan alrededor del “cliente” sacudiendo la pobre gallina.
La palabra “maldición” tampoco aparece en ningún lado en estos textos bíblicos. Ellos quisieran ver la palabra “maldición” en lugar de “maldad”, pero ni el lenguaje ni el contexto les permite forzar el concepto dentro del pasaje. La palabra de Éxodo 20:25 es ‘âwon (generalmente traducida al español como iniquidad, maldad,), mientras que maldición es ârar.
Como vemos, tanto el castigo como la maldición sobre las generaciones venideras están ausentes del pasaje. Otro error de los maestros de la maldición hereditaria es ignorar totalmente el resto del pasaje, donde se enfatiza la misericordia de Dios sobre los que le aman y guardan sus mandamientos. Esto, automáticamente cancela cualquier pretensión de que un cristiano esté marcado por una maldición ancestral y deba ser liberado de ella.
En la Biblia vemos que sólo Dios tiene el derecho y el poder de invocar una maldición (Deuteronomio 28:15-68), aunque en ciertas ocasiones concede a los humanos el derecho de pronunciarla, pero siempre con su aval (Génesis: 27:29). Si bien cualquiera puede proferir una maldición con sus labios, de ahí a que se cumplan hay un largo trecho.
El Proverbio 26:2 establece que una maldición dañina dirigida hacia una víctima inocente es totalmente inefectiva. El único que maldice de verdad, vale la pena repetirlo, es Dios.
La maldición de Dios, aunque el término suene feo por la fuerza de la costumbre, es una revelación de Su justicia que afirma Su derecho a exigir completa obediencia de los humanos.
El único que realmente se reserva el derecho y poder de maldecir es Dios. Pero una maldición de parte de Dios es totalmente diferente al concepto pagano-mágico de la palabra. El primer uso de la palabra hebrea ârar ocurre en Génesis 3:17 (maldita será la tierra). Es un pronunciamiento de juicio sobre aquellos que quebrantaron un pacto.
Maldición, en el contexto bíblico, es una expresión de la justicia de Dios que se aplica sobre alguien o algo como consecuencia de una decisión personal e intencional de desobediencia contra Dios, y que el hombre toma haciendo uso de su libre albedrío. Dios, entonces, pone distancia entre El y el pecado
No hay evidencias bíblicas ni históricas respecto a la maldición generacional
La frase “maldición generacional” o cualquier otra frase similar nunca aparecen en las Escrituras, no se encuentra en ninguno de los Testamentos. Esto en sí no es suficiente para desechar la enseñanza como no bíblica.
La palabra Trinidad no aparece en las Escrituras, pero refleja precisamente la enseñanza bíblica respecto de Dios. No obstante, el hecho que la frase maldición generacional no se encuentre en las Escrituras debería alertar a los creyentes con criterio sobre la necesidad de ser cuidadosos en este asunto. Debe haber pruebas convincentes cuando se estudia todo el consejo de Dios.
El concepto de maldición generacional no se halla en las Escrituras. Cuando se lee Éxodo 20:5 y 34:6,7, etc., en su contexto del antiguo Cercano Oriente, y se interpreta propiamente, se elimina por completo la posibilidad de que estos textos apoyen la enseñanza de maldición generacional.
Las pruebas de diagnostico, los rituales, y las oraciones recomendadas por aquellos que enseñan la maldición generacional no se encuentran en las Escrituras. No hay tales pasos en la Biblia, la cual es nuestra única regla para asuntos de fe y práctica.
Si las maldiciones generacionales fueran una realidad, Dios habría dado las debidas instrucciones en las Escrituras respecto a cómo tratar con este problema.
Tampoco hay evidencias en la historia del iglesia cristiana sobre el tema, los apóstoles, ni los padres de la iglesia, ni lo líderes de la reforma lo mencionan; los escritos de estos temas aparecieron en los años ochenta en los libros de Peter Wagner, Derek Prince, Rebecca Brown y otros maestros contemporáneos.
Como es posible que en la Biblia ni los principales líderes de la iglesia por mas de 1500 años no hayan mencionado tan importante tema para el crecimiento y éxito de los cristianos. La guerra espiritual y la doctrina de la prosperidad van tomadas de la mano. Además, otras fuentes de ganancias para ellos además de la publicación de una lista interminable de libros en el tema son las conferencias o seminarios para romper maldiciones hereditarias, cuyo costo no baja de entre los cien y doscientos dólares por cabeza en los EEUU.
Herejías en la enseñanza de la maldición generacional:
¿Qué daño hace tomar livianamente las Escrituras y decir algunas oraciones extras? He aquí una lista incompleta de los efectos perjudiciales de la maldición generacional.
1. Niega la suficiencia de las Escrituras y requiere que se añadan a la Palabra de Dios pruebas, rituales, y fórmulas generadas por el hombre (compare 2 Timoteo 3:15–17; 2 Pedro 1:3–8).
2. Niega la perfecta obra de Cristo en la Cruz.
3. Tergiversa el evangelio de Cristo (véase Gálatas 1:6–9).
4. Niega la enseñanza bíblica de la responsabilidad personal. La popularidad de la doctrina de las maldiciones generacionales se centra en la corriente de la psicología moderna, se rehúsa a aceptar responsabilidad por sus propias faltas y pecados.
Los cristianos, en muchos casos, nos negamos a aceptar la verdad bíblica de que somos tentados de nuestra propia concupiscencia y ni aun el diablo puede obligarnos a pecar (Santiago 1:14). Hoy la iglesia, en gran parte, colabora en el plan de victimización de la sociedad moderna.
Todo el mundo es una víctima, ya sea de las circunstancias, de nuestros padres, del ambiente, de la herencia genética, de la sociedad, etc., y si bien en algunos casos puede haber una medida de verdad en esto, la tendencia general es a pensar que nadie es responsable por su propia conducta.
Esto no es verdad, de lo contrario la Escritura nos ha mentido en un sin número de pasajes que nos exhortan a una conducta santa, y que vamos a dar cuenta ante el Tribunal de Cristo. Dios no cree en el dicho “El Diablo me hizo hacerlo.”
5. Nos acerca un paso más al paganismo de la nueva era del que fuimos llamados.
6. Pone exagerado énfasis en la obra del hombre, y da vueltas a la idea de una relación con Dios basada en las obras.
Continuaremos con la Segunda parte.
Dios les siga enriqueciendo en fe y conocimiento.
Esta investigación fue realizada y editada por el Dr. Jesús María Yépez; quien es Médico Cirujano, Doctor en Teología, Pastor y Profesor de Biblia y Teología en el Seminario Teológico Alfa y Omega. Puerto Ordaz, Venezuela. Para comentarios o más información escriba al email: mccvida@yahoo.es
Con todo el respeto que se merece el Dr. Yépez no estoy de acuerdo sobre la teoría de las maldiciones generacionales porque yo la estoy viviendo en carne propia, para que pueda entender lo que quiero decir, paso a contar que en mi familia materna existe la maldición generacional porque mi abuelo materno se casó con una sobrina carnal, es decir mi abuela era hija de un hermano de mi abuelo, entonces cometieron incesto; de este matrimonio nacieron un tio y mi mamá, mi tio tuvo 3 hijos hombres y una hija mujer, el tercero de los hombres se casó con una mujer estéril y la hija de mi tio es estéril no llegó a tener hijos; mi mamá tuvo 3 hijas de las cuales la última no llegó a tener hijos y yo que soy la segunda tampoco llegué a tener hijos, gracias a DIos que la mayor tiene 2 hijos y en la actualidad es abuela; entonces yo si creo en las maldiciones generacionales porque en Deuteronomio 5:8, 9 dice: No haras para ti escultura………., No te inclinaras a ellas ni las serviras, porque yo soy Jehova tu Dios, FUERTE, CELOSO que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacion, de los que me aborrecen. Deuteronomio 7:9,10,12 y 13 y 14 que dice BENDITO SERAS MAS QUE TODOS LOS PUEBLOS, NO HABRA EN TI VARON NI HEMBRA ESTERIL, NI EN TUS GANADOS; es por esto que creo que por la desobediencia de mis abuelos, mis primos, mi hna. y yo estamos pagando el pecado de ellos, o sea que si existen las maldiciones generacionales. Sé que este comentario no lo van a publicar pero quisiera que me contestaran al respecto, porque esto siempre lo he creido desde antes que fuera cristiana, tengo 4 años de haber recibido a Cristo en mi corazón y sigo creyendo sobre este tema, porque lo sigo sufriendo, creo que no nos liberamos de las maldiciones, sino que Dios nos ayuda a vivir con ellos; mas bien creo que el dia que nos vamos a liberar va a ser el dia que estemos con Dios en el cielo, pero aqui en la tierra vamos a seguir padeciendo las consecuencias de la desobediencia de nuestros antepasados.
Bendiciones
MUY BUENA ESTA INVESTIGACIONHERMANOS
QUE EL SEÑOR LES SIGA BENDICIENDO GRANDEMENTE
SALUDOS
DE MAXICO
MACARIA
Quisiera decir que realmente el problema esta en com presentamos el tema. La realidad es que las fuerzas de la tinieblas viajan en las generaciones de los seres humanos, con el proposito de que se repitan los mismos patrones de conductas que generan destrucion a familias y a individuos. Quien no conosca esta lucha real, corre el riesgo de permanecer o sucumbir ante las presiones que el enemigo tratara de ejercer a traves de nuestras propias necesidades humanas, disfrazandolas de realidades que mantendran al individuo en un estado de inercia espiritual. Entonces se hace menester que cuando alguien acepta a Jesus como su salvador personal, trabaje con su vida en todas las areas por que señores la experiencia de convercion es paulatina y requiere de cuidado y seguimiento, para poder disfrutarla. De este tema hay mucho que decir . Dios les bendiga.
En sociedad de hoy en día necesitamos que los padres tengan más en cuenta a sus hijos,que las cosas materiales tengan su importacia pero no ocupen el primer lugar.Para que puedan orientarlos de una forma adecuada y prepararlos para los peligros de estos días que asotan mayormente a la nines y la juvetud de hoy en día.
mi mama simpre me ha dicho que muchas de los problemas y dificultades que a toda la familia le pasa es por un carma,lo que hable ustedes como investigadpres sobre las maldiciones generacionales,aunque nosotros todos hemos tenido que psar por muchas dificultades mas que todas economica ,y conflictos en la familia como la groseria la falta de respecto y generalizo por lo he visto en carne propia y me aterra que siendo familia estemos simpre prevenidos , espeerando quien se equivoca para empezar a juzgar .
si a todos estas maldiciones se le puede dar otro manejo seria muy bueno poder cambiar esa actitud. gracias