Esta batalla—si la puedo llamar así—comenzó hace casi dos años cuando mi hija insistió en que le comprase un reloj parlante.  Así que, como buen padre con la intención de enseñarle sobre el tiempo, fui a la tienda y siguiendo las instrucciones de mi hija, escogí este reloj digital parlante.

Por defecto, la temperatura se mostraba en grados Fahrenheit.  Intenté todas las permutaciones y combinaciones jugando con todos los botones del reloj.  Sin importar cuán duro lo intenté, no pude cambiarlo a grados Celsius.  Tenía un par de otros relojes digitales en los que había un botón separado para desplegar el cambio de temperatura, pero esto estaba críticamente ausente aquí.  Llegué al extremo de literalmente sacar unos cuantos tornillos, pero sin lograr nada.

La cosa con el reloj digital es que cuando le ponemos la batería, muestra todos los campos… y sí, ahora mostraba también el importante signo de grados Celsius.  Pasó el tiempo; cada día solía ver el reloj y pensar en cómo convertir el despliegue de la temperatura.

Movámonos rápido en el tiempo hasta las 9.30 de esta mañana.  Acabo de tomar el reloj de nuevo… mi mente me dijo que cada vez que apretaba el botón de “modo”, había una acción correspondiente por lo que en esta ocasión lo hice muy lentamente… uno por uno… y ¡bingo!  Allí estaba… la batalla había sigo ganada.  Ahora orgullosamente despliega la temperatura en grados Celsius.  Estaba tan entusiasmado que hasta le tomé una fotografía.

Lo que este pequeño incidente me enseñó fue que supe que lo quería estuvo siempre delante de mí y que todo lo que necesitaba era el correcto enfoque mental para resolverlo.

Eso es lo que la vida tiene reservado para todos nosotros.  Si sabemos que es alcanzable y es cuestión de la actitud correcta, la victoria es sólo un asunto de tiempo.

La moraleja de la historia: aún si fracasamos en nuestros intentos, no fallemos en intentarlo de nuevo.

Les dejo con una breve cita del legendario Bruce Lee: “No pidamos en oración una vida fácil, sino más bien fortaleza para enfrentar una difícil”.

Bhupesh Dhawan, copyright 2012
Fuente: http://www.motivateus.com/

La narración de hoy resulta interesante para todos los que, en algún momento hemos luchado por asimilar y apropiarnos de nuevas tecnologías—y aún de algunas no tan nuevas—sin recurrir a las instrucciones del aparato o consultar con alguien que sepa.  Bueno, lo cierto es que al igual que el autor del pensamiento de hoy, muchos hemos insistido e insistido hasta lograr descifrar el problema y darle solución.  Lo cierto es que la clave está precisamente en eso: seguir insistiendo y no rendirnos.

Tal vez cambiar la nomenclatura de la temperatura nos parezca algo muy simple (en mi caso, ¡probablemente hubiera seguido haciendo la conversión mentalmente!), pero lo que vale para lo sencillo, muchas veces deja en evidencia la manera en que enfrentamos lo no tan sencillo también.  Aferrémonos al Señor con todas nuestras fuerzas y cuando sintamos que hemos llegado al final de nuestra fuerza, conocimiento e inteligencia, permitámosle a Él guiarnos la milla extra… ¡y veremos resultados increíbles!  Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.

Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán