Cuando era una niña, y al ver a niñas bien lindas, un día sentada en el regazo de mi padre, le pregunté: ¿Qué hay que hacer para ser bien linda? Y su respuesta fue: hijita, las niñas más lindas en esta tierra, son aquellas que aman a Dios y le obedecen. Aquellas palabras nunca las olvido, porque he entendido que la Excelencia en la belleza, no consiste en lo externo.

Aunque no hay que negar que hay muchas mujeres bellas, con un rostro hermoso, cuerpo esbelto, gestos femeninos, formas de hablar muy atinadas y agradables. Muchas veces esto se logra por prácticas y cuidados hacia sí misma, sin dejar a un lado por supuesto el toque del gran artista que ha creado a la mujer de una forma maravillosa. Reflexionemos acerca de la Excelencia en la Belleza.

Algunos consejos y sugerencias:

Comencemos por el rostro. Creo que es necesario que cada día demos una limpieza a nuestro rostro, con un pañito, alguna crema o un jabón facial, y no irnos nunca a la cama con sudor ni maquillaje. Muchas veces nuestro rostro se ve mustio o cansado, y tengo una recomendación que puede ayudarte en este caso:
En medio litro de agua fría que ha hervido antes, vierta dos hojitas de salvia, 2 hojitas de tomillo, 2 hojitas de hiedra.
Tápelo y deje macerar por 5 a 6 horas.
Empape un algodón con esta loción dando palmadas en el rostro y aplicando la loción.

Otra sugerencia es:
En una taza de agua hervida fría, deje caer 2 hojitas de tilo, 2 pétalos de rosa un poquito de corazoncillo o hierba de San Juan cúbralo y deje macerar por 40 horas.
Aplíquelo sobre la piel dos veces a la semana como máscara durante 20 minutos.

Encontré otra receta para las arrugas:
En una taza de agua hirviendo vierta dos hojitas de perejil 2 hojitas de salvia.
Beba esta infusión caliente en ayunas. El perejil es estimulante y la salvia purifica la sangre.

Hay una crema para este mismo caso que se puede hacer en casa:
Mezclar bien una cucharada de leche fresca y una cucharadita de miel de abejas, aplicar al rostro y esperar que se seque, luego lavar delicadamente con agua corriente.

Esta es otra crema buena para las arrugas y para aplicar de noche: Derretir a fuego bajo, 4 cucharadas de lanolina, 1 cucharada de manteca de cacao, cuando esté derretido todo, añadir 1 cucharadita de miel de abejas y batir echando poco a poco una cucharada de aceite de almendras.
No deje de batir hasta que se enfríe y tome una consistencia firme y cremosa. Guárdela en un frasco y úsela a diario para combatir las arrugas.

Te enseñaré una receta para pieles cansadas: 1 cucharada de leche con una yema de huevo. Después agregue 3 ó 4 gotas de vinagre o limón. Cuando todo esté bien unido, extienda la mezcla en la cara y cuello. Déjela unos minutos hasta que seque y luego enjuague.

Ahora te menciono un líquido facial: Partes iguales: agua y vinagre. Agregue unas hojas de menta y poner al fuego hasta que hierva. Bájelo y deje reposar sin tapar por 3 días. Cuélelo y ponga en un frasco.

Para preparar una loción astringente: Disuelva ½ taza de alumbre en ½ taza de agua. Añada 6 gotas de mentol y ½ taza de colonia. Ponga todo en un frasco y aplíquelo a la piel con un algodón. Contribuye a cerrar los poros y a poner la piel firme.

Bien amigas, estos han sido algunos secretos de belleza para tu rostro, pero tengo un secreto aún mayor que da maravillosos resultados.

Cómo embellecer el rostro?
“El corazón alegre hermosea el rostro, más por el dolor del corazón el espíritu se abate”. Prov. 15:13. ¿Cómo está tu corazón? ¿Hay gozo, alegría, satisfacción? O por el contrario ¿tienes resentimientos, quejas, críticas, enojos, griterías, envidias, soledad, ansiedad, tristeza? Recuerda: Para demostrar un rostro bello, necesitas sentirte feliz, y solo hay un camino para lograrlo: Tener a Cristo en tu corazón y dejar que el Espíritu Santo gobierne tu vida y moldee tu carácter.

A pesar de los contratiempos que puedas experimentar en la vida, si tenemos la paz de Cristo que sobrepasa todo entendimiento, nuestros rostros transmitirán esa paz que nada ni nadie nos la puede dar, sólo aquel quien nos creó y nos trajo a este mundo con un propósito.
“Engañosa es la gracia y vana la hermosura, la mujer que teme a Dios, ésa será alabada”. Proverbios 31:30.

Cómo embellecer las manos.
Tengo algunas sugerencias para suavizar las manos: Mezclar ¾ de taza de agua de rosas, ¼ de taza de glicerina, ½ cucharadita de vinagre, y 1 cucharadita de miel. Ponga todo en un frasco, agítelo bien antes de usarlo. Úselo con frecuencia.

No exponga muchos sus manos al cloro y otros detergentes fuertes. Sería bueno usar unos guantes. Las manos dicen mucho de la persona. Unas manos limpias y uñas arregladas hablan de ti.

Pero aquí viene el mejor secreto para unas manos bellas: Una mujer que con voluntad trabaja con sus manos. Aplica su mano al huso y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre y extiende sus manos al menesteroso. Esa es la mujer de proverbios 31, pero esa puedes ser tú también. Unas manos bellas son aquellas que son impuestas sobre otros para orar y tocar con el amor de Dios. Son manos que se levantan ante el trono de Dios, sin ira ni contienda. Muchas veces Castigamos a los hijos en forma indebida. Tomamos lo que no es nuestro, señalamos los defectos de otros, etc. Y hoy para tener manos bellas, necesitamos ir a Dios con un corazón arrepentido y levantar nuestras manos a él, implorando su perdón y ayuda como lo hizo una mujer que tenia flujo de sangre. Mateo 9:18-25.

Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
www.alvadecontreras.com