Mirando el glorioso porvenir, él nos permite pasar por el camino estrecho para desarrollar en nosotros los músculos espirituales. Somos como hijos de Dios entrenados para la obediencia y llevados a la gloria por medio de situaciones estrechas. Me preparo para la gloria venidera, aceptando los momentos difíciles que a veces no entiendo para comprender las cosas que Dios ha sembrado dentro de mí. Serafín Contreras G.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:11.