Me había ido a refugiar en un pueblo cercano para trabajar en un libro. La aldea es un escondite perfecto; es pintoresca, silenciosa, y las comidas son buenas.
Salí para ir a tomar desayuno a un café cuando noté que la gente me miraba. Cuando estacioné, dos individuos se dieron vuelta para mirarme.
Una mujer hizo una doble toma al entrar y varias personas se me quedaban mirando al pasar. Cuando me senté, la mesera me dio un menú, pero no sin antes estudiarme detenidamente.
¿A qué se debía la atención? No podía ser mi cremallera; andaba con ropa de correr.
Después de pensarlo un poco, tomé una postura madura y supuse que me reconocían por las fotos en las cubiertas de mis libros. ¡Cáspita! Este debe ser un pueblo de lectores, me dije encogiéndome de hombros; conocen un buen escritor cuando ven uno. Mi aprecio por la aldea aumentó.
Con una sonrisa dedicada a los ocupantes de la otra mesa, me puse a disfrutar la comida. Cuando caminé hacia la caja, todas las cabezas se volvieron para mirar. Estoy seguro que Steinbeck tenía el mismo problema. Cuando la mujer me recibió el dinero quiso decir algo, pero se quedó callada. Abrumado, traté de adivinar.
Fue sólo cuando entré en el baño que vi la verdadera razón: en mi mentón había una franja de sangre reseca. Mi trabajo de remiendo cuando me afeité no había resultado y ahora lucía una perfecta barba de pavo.
Eso me pasó por sentirme famoso. Quizás hayan pensado que me había fugado de una cárcel de Texas.
¡Ah, las cosas que Dios hace para mantenernos humildes! Lo hace para nuestro bien, desde luego.
¿Pondría una silla de montar en las espaldas de su hijo de cinco años?
¿Dejará Dios que lleve sobre si la montura de la arrogancia? De ninguna manera.
Esta es una parte del equipaje que Dios aborrece. No desaprueba la arrogancia. No le desagrada la arrogancia. No está desfavorablemente dispuesto hacia la arrogancia. Dios la aborrece.
Proverbios 8.13
La soberbia y la arrogancia … aborrezco.
Proverbios 16.5
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón.
Filipenses 2.3
Dios dice: «Nada hagáis por … vanagloria.
Lucado, M. (2001). Aligere su equipaje . Nashville: Caribe-Betania Editores.
Cuando admitimos ante”DIOS”,. Ante nosotros mismos, y anta otro ser humano , la naturaleza exacta de nuestros “defectos”. Entonces estamos enteramente dispuestos a dejar que “Dios”, nos liberase de todos estos “DEFECTOS ” de caracter.(ira , odio, celos , ego, chisme etc.) ! Bendiciones…
muchas personas piensan que la arrogancia es sentirsen mucho mas intocables que otras personas, porque no se les puede tratar en su entorno, y estan equivocadas porque eso no lo quiere Dios de ninguna manera. es mejor ser humilde como nos enseño Jesus.
Excelente artículo. La arrogancia es una de las cosas que más practicamos a diario, como exalta nuestro ego! Pero debemos tener presente que Dios aborrece la arrogancia.
Primero: ” Muchas gracias por darse a la tarea de escribir”.
Para personas como yo, es muy agradable encontrar en la web,anécdotas como la aquí escrita.De manera tan sencilla deja enseñanzas muy grandes.
Continuen, el galardón es pronto y hermoso.Jehová Dios,los premiará. Gracias.
Hermano que puedo decir, muchas veces nos toca vivir nuestra realidad y que facil la mente vuela, dios ama nuestro existo siempre y cuando va de la mano con la humildad que es digna de el. Que Nuetsro padre nos siga enseñando y bendiciendo.