Un grito del alma por infinidad de razones.

Perder un ser querido, o descubrir una enfermedad.

Personas significativas de tu vida te rechazan,

Cuando no valoran tus esfuerzos por ser la persona que deseas ser y que Dios destinó que fueses,

Cuando inicias un proyecto y pareciera que todo te sale mal. Cuando te señalan constantemente tus defectos y no recibes una palabra de afirmación.Es en esos momentos cuando un grito del alma puede salir, lo cual es saludable para ti y para que otros sepan el dolor que atraviesas.

Nadie es perfecto, todos fallamos, pero ciertas personas con ínfulas de orgullo se creen superiores y atacan sin medida a quienes parecen débiles, ignorando que todos los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.

Por lo tanto tenemos una parte de Dios y además de esto, Somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10).

El Rey David experimentó en algún momento de su vida, esa angustia que lo llevó a tener un grito del alma y fue así que reconociendo quien era en Dios, y quien es Dios, pudo decir: Con mi voz clamo al Señor; con mi voz le pido Su misericordia.

En Su presencia expongo mi queja; en Su Presencia expreso mi angustia.

De esa manera recibió pronta respuesta divina, y concluyó diciendo:

El Señor es compasivo y lleno de ternura; lento para la ira y grande en misericordia. El Señor es bueno con todos y se complace de toda Su creación.

Si hay un grito en tu alma, no esperes ni pongas tu confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar. Dios es la respuesta  y si lo honras a El, con toda seguridad responderá a tu clamor, y ese grito interno se convertirá en un canto de júbilo.

Dios te bendiga,

Tu hermana y amiga,

Alva Vargas de Contreras.
www.alvadecontreras.com