Por Qué?
¿Por qué muchas veces mi esposa me dice algo y yo entiendo otra cosa?
Un día llegué a mi casa contento de una reunión, pero también venía muy cansado. Había sido un día de mucho trabajo y muchas satisfacciones. Cuando llegué a casa quise relajarme y después de saludar a mi esposa, me quité saco, corbata y zapatos y me senté en mi sillón favorito frente al TV. Ahí, que rico descanso!.
Me lo merecía! Mientras tanto mi esposa me preparaba una deliciosa cena. Todo estaba de maravilla. No mucho tiempo después, antes de servir la cena, mi esposa me indicó que recogiera los zapatos que según ella estaban estorbando en la sala de la casa.
Yo le contesté: “si, mi amor. Ahorita los recojo”. Mire hacia el cielo con una expresión de “ayúdala Jesús”.
La mayoría de mujeres les cuesta entender que cuando los hombres decimos “ahorita”, no necesariamente significa ya o en pocos minutos. Significa: “tranquila, en algún momento lo hago”.
Y los hombres tenemos que entender que cuando ellas nos piden hacer algo, lo quieren para ayer!
Y si no lo hacemos de inmediato, su cerebro comienza a enviar señales de un hemisferio al otro a altas velocidades y en cualquier momento nuestra esposa se pone a llorar diciendo que nunca la entendemos, o se enoja y nos recuerda todo lo que no hemos hecho a tiempo en los últimos 10 años.
Y cuando una mujer no se siente escuchada ni atendida “a tiempo”, entonces no se siente amada y nos cierra todos los servicios; o por lo menos algunos! Y entonces nosotros reaccionamos también con enojo y les decimos las cuatro verdades, o las castigamos con el látigo de la indiferencia. A este punto la relación ya entró en conflicto y se genera ese ambiente pesado en la casa.
Volviendo a mi relato, cuando mi esposa me pidió que recogiera los zapatos, ya yo sé que lo debo hacer rápido si quiero evitar toda la vorágine que viene después.
Entonces me levanté con un poco de enojo y recogí los zapatos y los llevé a su lugar en nuestro closet; y volví a mi hermoso sillón respirando profundamente con la seguridad del deber cumplido. No habían pasado 3 minutos cuando vino de nuevo mi esposa y me dijo:
¿Que pasó?
Y yo le pregunté ¿Qué paso de que? Ya recogí los zapatos y los llevé al closet!
Y ella replicó: ¿y que pasó con el saco y la corbata? ¿Por qué los dejaste ahí?
En ese momento la bilirrubina me comenzó a subir y todo el gozo que traía del trabajo se me comenzó a esfumar. Recogí el saco y la corbata y me dispuse a llevarlos al closet en nuestro cuarto mientras iba pensando: que desconsiderada mi esposa, no se da cuenta todo el cansancio que tengo, solamente le preocupa el bendito orden en la casa. Ya me estoy medio cansando de esto! Y mientras volvía a mi sillón, seguía pensando y ya venía con mis armas emocionales medio cargadas dispuesto para el ataque! En ese momento recordé que había aprendido en un Seminario para matrimonios que las mujeres tienen visión de ambiente total. O sea cuando ellas ven algo, lo ven de una forma ampliada.
Cuando ella me habló de recoger los zapatos, estaba viendo simultáneamente el saco y la corbata. Pero los hombres somos de visión enfocada y cuando ella me dijo de los zapatos, yo solo miré los zapatos y no miré nada más. Todo esto tiene su origen desde la creación, ya que el hombre fue creado en un ambiente donde había solo polvo y piedras. No había ríos, ni animales, ni arboles ni nada más. Luego Dios creó el Edén y puso allí al hombre que había creado. En cambio la mujer fue creada cuando ya en el Edén había de todo: plantas, animales, ríos, piedras preciosas y Adán.
Toda esta historia esta en el libro de Génesis 2: 4-24. Entonces cuando la mujer abrió los ojos había un ambiente lleno de elementos y colores.
Por eso ellas tienen la capacidad de visión de ambiente total, mientras que los hombres donde fuimos creados tuvimos que aprender a enfocar para ver una sola cosa. A esto se debe esa gran diferencia entre hombres y mujeres.
Lo importante es que los hombres entendamos que cuando nuestra esposa nos pide algo, debemos hacerlo “cuanto antes” y que debemos ver alrededor que otra cosa estará incluyendo en el ambiente total de ellas. Eso nos evitará muchos conflictos y mantener la paz en el hogar. Y las mujeres deben entender que nosotros no tenemos esa misma capacidad de visión de ellas y deben tenernos más paciencia.
Tu Matrimonio y tu Familia es el Tesoro mas valioso que Dios te ha dado. !Cuidalo!
Luis y Hannia Fernandez
matrimonios@libresparaamar.org
www.libresparaamar.org
fue de mucho gozo esta reflexión,me reí mucho cuando leía pero la verdad es que nosotras las mujeres triunfantes. así que muchachas a amar a nuestros esposos. gosencela
Como se diz no Brasil… “é vivendo e aprendendo”. Obrigado, paz.
Cuanta informacion interesante les agradezco muchos . DIOS LOS BENDIGA. AMEN.
Casi siempre nosotros los esposos reflExionamos muy tarde de lo que era importante para nuestras esposas en el hogar, y aquí se hace alusión del refrán: NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO VE PERDIDO.
Casi siempre nosotros los hombres nos damos cuenta muy tarde de todo lo que es importante para nuestras esposas, aquí se hace alusión al refrán que dice: NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO VE PERDIDO…