Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres; Efesios 6:5-7
Una de las reglas en los Monasterios Benedictinos es la siguiente: “El primer grado de humildad es obediencia sin retraso”. Se que es difícil a veces obedecer, pero obedecer sin retraso es más difícil, porque tendemos a prolongar para más tarde lo que sabemos que hay que hacer pronto. El Apóstol Pablo, escribe a los Efesios, en el tiempo cuando aún existían los esclavos o siervos. Y en esa carta pastoral, da un consejo que es aplicable hoy.
Hoy no hay esclavitud, pero en el ambiente que nos rodea no se puede ignorar que vivimos bajo autoridad en todos los niveles. Cómo yo respondo a la autoridad hoy, va determinar muchas cosas en el mañana.
La amonestación del Apóstol Pablo en Efesios dice que debemos obedecer a los que están en autoridad sobre nosotros con mucho respeto. Se que este es un mundo donde cada día se pierde el respeto, pero si hoy quiero andar como un hijo de Dios no puedo perder el respeto. El Consejo Paulino dice además que debo obedecer a la autoridad con sencillez de corazón.
Sencillez de corazón me enseña a no tener un corazón doble. Una cara para el jefe y otra cuando estoy con mis compañeros. Hoy quiero desenvolverme con sencillez de corazón. Y la médula del consejo de Pablo culmina con un freno indiscutible, me dice que debo servir a mis superiores como a Cristo . Eso quiere decir que en ultima instancia debo funcionar como si lo que estoy haciendo es para el Señor y eso determinará Responsabilidad y Excelencia.
Sirviendo como al Señor y no a los hombres. Si lo que hago lo hago para el Señor entonces obedeceré sin retraso y eso me abrirá nuevas puertas en el largo proceso del servicio diario. Hoy quiero poner mi vida en las manos del Señor y comprender que las oportunidades que tengo tanto en el trabajo, como en la iglesia o en los estudios o en mi familia , son oportunidades para servir al Señor y hacer las cosas desde una perspectiva totalmente diferente.
Señor, gracias por enseñarme estas verdades que a veces por ser tan prácticas tiendo a olvidarlas o a ignorarlas. Hoy recibo de ti, tu amor de Padre y entiendo que me has puesto donde estoy para demostrar mi obediencia sin retraso a aquellos personas a quienes yo debo entregar cuentas de mis actos. Quiero aprender a funcionar en mis responsabilidades como si todo lo que hago… lo hago para ti. Amén.
Dr. Serafìn Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com
que Dios les bendiga en gran manera
obediencia algo tan dificil de hacer y mas de entender, ya que muchas veces lastimamos a nuestros hermanos sin darnos cuenta., y pensamos que todo esta bien y al estar al borde de la muerte, no podemos terminar porque dios nos pide que nos pongamos a cuenta con el. y en ese momento, nos acordamos que lastimamos a nuestros semejantes y debemos pedirles perdon para poder estar bien con nuestro señor., porque es la boluntad de dios que andemos en santa y piadosa manera de vivir (la desobediencia es una barrera para recibir las bendiciones del altisimo.)
Bendito Dios que responde siempre, solo debemos dedicar el tiempo suficiente para escucharle y por supuesto para obedecerle. Decimos que adoramos a Dios y que queremos agradarle; alabanza, adoración y todo lo que deseemos hacer para Dios se deletrea OBEDIENCIA.
Es mucho más fácil decirlo que hacerlo, sin embargo es la manera más real de agradecerle a Dios por su amor tan ilimitado que tiene para sus amadas criaturas, los que hemos aceptado su regalo de amor en Cristo, nuestro Salvador y Señor, tenemos en la obediencia la mejor forma de agradecerle a Dios por hacernos sus hijos. Por nosotros mismos es imposible obedecer a Dios, por eso Jesucristo nos dió la promesa de no dejarnos solos y por medio del Espíritu Santo ya cumplió esta promesa, así que viviendo ayudados por el Espíritu Santo, nos es posible conocer la voluntad del Padre y obedecerle.
Gracias a Dios por cada reflexión que llega a mi correo cada día, y por los demás artículos o reflexiones que he estado leyendo, espero que este ministerio siga prosperando, porque también aquí Dios me habla, así como lo ha hecho el día de hoy, esperaba una confirmación y con el artículo de la obediencia, ésta ha sido dada.
Que Dios los bendiga.
Doris.
Inclinarnos en obediencia no es halagador, tener que servir (sin esperar nada a cambio, no es placentero), pero es la orden de nuestro Señor Jesucristo: “aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón y podrán encontrar alivio en sus cargas”.
Me conmueve el pensamiento paulino: “En ustedes debe haber el mismo sentir, que hubo en Cristo Jesús… el cual tomó la posición de siervo, siendo obediente hasta la muerte de cruz”.
Dr. Contreras, le solicito al Señor que en mi vida y en la de los que también leen sus artículos, sea puesto ese mismo sentir de servicio,
“que todo lo que hagamos, sea en expresión o en acción, lo hagamos para la gloria de Dios”.
Feliz año nuevo para todos ustedes, de un pastor que también procura hacer la voluntad de Dios.
Juan Santiago (pastor en Mayagüez, P.R.