Le respondió Jesús: –De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3
Dios no dice: “¡Cambia! y después te puedes arrepentir legítimamente.” No. Él dice: “Arrepiéntete. Después podrás cambiar.” El arrepentimiento esencialmente es un proceso de conversión que intercambia una realidad por otra y convierte una cosa en otra.
Cuando viajas a un país lejano, tu primera actividad en el orden del día, después de haber recogido tu equipaje del carrusel, es convertir tu dinero a la moneda de la nación en la que estás. En caso contrario, tu dinero no vale, no es aceptado. El proceso de intercambio es bastante simple: pon en el mostrador tanto dinero como quieras convertir a la otra moneda y el cajero te lo repondrá con francos suizos, coronas suecas y así por el estilo. No queda convertida ninguna cantidad de dinero que dejes en tu cartera y elijas no ponerla en el mostrador.
Los caminos y los pensamientos de Dios no son como los nuestros; nuestros mundos operan bajo dos gobiernos y economías completamente ajenos. El dinero terrenal no nos llevará a ninguna parte en el reino de Dios. Mediante el arrepentimiento, tomamos la moneda del mundo: malos pensamientos, sentimientos, deseos y acciones; y los intercambiamos por la moneda del reino, de la misma manera que convertimos dólares a florines holandeses. El arrepentimiento convierte nuestro pecado; intercambia nuestras obras injustas por la justicia que se encuentra en la “más que abundante” provisión de Jesús.
El Señor está maravillosamente dispuesto a realizar ese intercambio. Espera con entusiasmo que le llevemos un mal pensamiento para que podamos observar cómo lo convierte en un pensamiento correcto (el Suyo). Sin conversión, un intercambio de una moneda a otra, nuestros pensamientos y caminos no podrán concordar con los Suyos.
Nuestras iniquidades son como trapos de inmundicia, pero el Señor en Su amor clemente intercambia nuestros trapos por vestidos como de novia adornada con sus joyas. El quita nuestros pecados y nos viste con “ropas de gala.”
Por supuesto, la conversión suprema y eterna de nuestra vida sucede cuando aceptamos la expiación del sacrificio de Jesús por nuestros pecados. No es que los pecados por los que no nos hemos arrepentido obstruyan Su perdón y permanezcan como un borrón en nuestros registros. Es importante ver el paralelo entre el arrepentimiento continuo en tu vida diaria y la conversión de una-vez-por- todas que experimentaste la primera vez que Jesús vino a tu vida.
Esa conversión eterna te transformó en una persona nueva, completamente libre del poder y las consecuencias del pecado. Mientras tanto el arrepentimiento continuo acelera el proceso del cambio aquí en la tierra. El arrepentimiento es como un comienzo prometedor sobre el gran cambio que te ocurrirá cuando tu vida terrenal se acabe.
Hoy estaré listo a un cambio de Misericordia por el poder de Dios.
Señor, tal como estoy vengo a ti. No son mis intentos por cambiar sino la obra transformadora de tu Espíritu. En el Nombre de Jesús. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir.
gracias señor por que somos nuevas vidas en cristo y porque nos sentimos orgullosos de tener un padre como jesus, gracis señor por tu misericordia de transformarnos de una manera increible, un concejo busquen la misericordia divina de Dios.
Gracias Jesús por darme la oportunidad de nacer de nuevo, las cosas viejas pasaron e aquí todas son hechas nuevas. Señor haz hecho que mi lamento se convierta en baile, gracias por tus maravillas y bondades que tienes para los que te amamos. Bendiciones a Renuevo de Plenitud, a los hermanos y hermans
dios le siga vendiciendo quisira saber como puedo amar a mis hermano espiritual y como demostrarcelo sinque ello duden de eso y que yo pueda ser ejenplo para que ellos se entregen a dios en espiritu y verdad
dios les vendiga grande y abundante mente sus mensajes me estan ayudando a estar mas serca de dios y me gustaria que me enviara un mensaje de como puedo venser al enemigo cuando venga en un hermano de la iglesia gracias y que dios les vendiga
Dios los Bendiga grandemente!!
Mis hermanos, Dios nos da la fortaleza! manteniendonos en una intima relacion con el, Orando siempre haciendo su voluntad, siendo Fiel con el en todo momento asi como El es fiel con nosotros. El nos da Fortaleza!!! todos en este camino tenemos dias en que pensamos que el no esta a nuestro lado, pero es precisamente en esos momentos en los que DIOS nos esta fortaleciendo y enseñando a CRECER espiritualmente. Dios es bueno y el concede todas nuestras peticiones, solo hay que hacer su voluntad y dejar que EL moldee nuestra vida, cuando DIOS ve que tenemos un Corazon dispuesto, que anhelamos tenerlo siempre en nuestra vida, hara que nuestras cargas sean livianas y nunca el amor por nuestra pareja muera, al contrario DIOS nos da se amor para brindar a nuestro projimo. BENDICIONES !!