En la primavera de 1970 la policía de la Isla de Bimini sorprendió a un hombre que trataba de liberar a un joven delfín que se encontraba encerrado en un enrejado al borde del mar. Pese a que el hombre había abierto un gran hueco en la reja el delfín se negaba a pasar por éste pese a los esfuerzos denodados de su liberador.
El hombre era nada menos que Richard O´Barry, nada menos que el entrenador del popular Flipper que, arrepentido de su pasado decidió fundar “Dolphin Project” una asociación que tiene por objetivo liberar a los delfines en cautiverio. O´Barry fue apresado y juzgado por este acto.
Al igual que el delfín de Bimini muchos otros delfines se encuentran “prisioneros” en un sistema de semi cautiverio. Eso significa que permanecen en una especie de corral en el mar formado por una pared de redes que apenas sobresale unos centímetros de la superficie del agua. Obviamente los delfines podrían saltar la pared del corral para alcanzar la libertad pero, simplemente no lo hacen.
De hecho en muchos lugares se les abre las puertas varias veces al día para que acudan a interactuar con buzos en mar abierto o para que se dirijan a otro lugar para participar en un show turístico. Al finalizar la interacción o el show, los delfines regresan por sí mismos al corral donde se encierran. En ocasiones un huracán alcanza el corral donde viven y el agua sube por encima del nivel de la jaula e incluso la destroza. Entonces los delfines huyen del lugar hacia mar abierto y para la sorpresa de todos retornan nuevamente al finalizar la tormenta.
¿Por qué los delfines no huyen? ¿Por qué simplemente no recuperan su libertad?
Es probable, sólo probable que la jaula les otorgue cierta protección sobre los depredadores, lo que les permitiría tener un pasar menos estresado. También es probable que la seguridad de obtener comida en grandes cantidades por poco esfuerzo sea la razón o que de alguna manera disfruten de la cercanía de los humanos que los entrenan. Es difícil explicarlo.
Cuando un delfín es atrapado para conducirlo a la cautividad se resiste denodadamente. Su adaptación, incluso al semi cautiverio suele ser sumamente traumática e incluso es normal que le provoque la muerte. Pero una vez que un delfín se adaptó a los humanos, inexplicablemente deberá ser reentrenado para volver a la libertad a pesar de que haya transcurrido la mayor parte de su vida en ella. Sencillamente se negará a marcharse.
No dudo de la inteligencia de los delfines, no me atrevería a hacerlo. Simplemente no puedo explicar esta conducta. He visto delfines en semi cautiverio en muchos países del mundo sin lograr entender por qué simplemente no se van. Tal vez en su sana inocencia no reconocen a la persona que los utiliza en un negocio de amplias ganancias, tal vez simplemente lo confundan con un compañero de juegos, una persona afectiva que se preocupa por ellos y les da de comer.
Una cosa es clara, no estamos capacitados para entender muchas de las conductas animales. Los delfines saben algo que nosotros desconocemos y nuestros esfuerzos por entender fracasan día a día.
Tal vez nosotros también estemos encerrados en nuestro propio corral sin darnos cuenta que el camino al entendimiento es un salto, un simple salto…
Tito Rodríguez
Director
Instituto Argentino de Buceo
Y que el Dios Todopoderoso os conceda misericordia ante aquel hombre para que ponga en libertad al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de ser privado de mis hijos, que así sea. Genésis 43:14.
Si alguien compra un esclavo hebreo, éste le servirá durante seis años, pero en el séptimo año recobrará su libertad sin pagar nada a cambio.
Èxodo 21:2.
Gracias por este maravilloso ministerio hermanos.
Gracias hermanos, son ustedes una bendición de Dios al estar pendientes de nosotros todos los días desde el primer minuto.
“¿Para que quieren libertad si no saben ser libres?” Dijo uno de los grandes escritores de Yucatán: Ermilo Abreu Gómez en su libro “Canek” y claro que tengo plasmada la frase en uno de mis cuadros de mi obra Pensamientos que Florecen.
Porque precisamente fue creada para hacer reflexionar a todos nosotros, para hacer un alto en nuestro camino y pensar ¿para que Dios nos hizo libres?
¡Para servir a la humanidad!, ¡Para poder sonreirle!, ¡Para alabar Su nombre, pero sobre todo para que tengamos descanso espiritual.
Gracias por todo lo que hacen por nosotros hermanos en Cristo.
Gracias por la gentileza e volverme a mandar el video de lo Inexplicable.Dios los bendiga.
Jacqueline
Orlando,FL
Hola amigos….La misma palabra lo dice..INEXPLICABLE…claro está, nadie podrá saber a ciencia cierta lo que el delfinpiensa, porque no se va, así tambn los seres humanos, a veces actuamos de acuerdo a nuestra conveniencia o porque de plano asi nos sentimos bien con nuestra vida….tambn puede ser que el delfin está cómodo, como en ocasiones el ser humano no es que esté agusto con su forma de vida…”ojo” es por comodidad, y ahí se queda en las condiciones que sean pero cómodos al fin y al cabo…No busquemos la comodidad sino en verdad estar felices con nosotros mismos y con lo que nos rodea, o por lo menos luchar por serlo….UUYY que más puedo decir, GRANDIOSA REFLEXIÓN, gracias Tito Rodríguez.
Que tengan un lindo día amigos:))
Saludos a todos…*
Gracias por este apreciado menzaje de la cosas del delfine sepa mas que a nosotros son inexplicable nos ayuda a salvaguarda vida en los mares les rodean como un caluroso y refrescante hogar habitan y a nosotros bajo el encierro de la sociedad sea a veces incomodo pero seguro y agradable tenemos como viven los delfines nos sea tambien la bienvenidad como seres vivientes somos hecha por obra y gracias de Dios existimos desde el princpio hasta nuestros dias….Gracias, agradecido y que Dios los bendigan en su trabajo…Asi sea