Yo solía llevar una tarjeta de crédito para identificación y gastos imprevistos. Noel y Yo dejamos de usarla para compras regulares después de un seminario sobre finanzas personales en nuestra iglesia, que dejó al descubierto nuestros hábitos necios en cuanto a comprar a crédito.
Eso resolvió el problema de gastar más de nuestro presupuesto mensual. Ahora usamos cheques y efectivo para todo.
De está forma sabemos cuánto hemos gastado antes del horrible despertar a fin de mes. Sin embargo, todavía la llevaba conmigo. La llevé una vez a California de vacaciones y la perdí; y no tenía ni idea dónde. Pudo haber sido en un espectáculo de focas al que fui. Pudo haber sido en la verdulería de Tijuana donde las abejas cubrían una sandía.
Pudo haber sido en quién sabe cuál McDonalds o en la playa, en donde la arena realmente es dorada y los condominios se venden por medio millón de dólares. No tenía idea dónde.
Lo maravilloso es que no me preocupaba. Ahora bien, por si le importa, eso no es natural en mí. Soy por naturaleza pesimista y bajo circunstancias ordinarias hubiera concluido que alguien ya había comprado a crédito hasta el límite de mi tarjeta. De modo habitual me habría enfurecido contra mí mismo o mi familia, y descargado mi frustración contra alguien. Hubiera buscado duro y tendido algún propósito divino en todo el problema, y habría mucha dificultad para contentarme.
Pero esta fue diferente. No tenía ninguna preocupación. No me enfurecí contra nadie. No sentí nada de frustración. Estuve feliz en todo momento. ¡ Qué Victoria!. Todo el tiempo en que la tarjeta estuvo perdida seguí con mis actividades regulares, confié en Dios y amé a mi familia.
Cuando regresé de vacaciones, la encontré en un sobre. Daniel Fuller, amigo y antiguo profesor mío, la había enviado por correo desde California. Yo la había dejado caer en su coche.
Sabe usted cuál fue el secreto de mi felicidad? Nunca supe que había perdido la tarjeta hasta que la vi en el sobre en mi casa. Me quedé allí parado sosteniéndola en mi mano y sonriendo. Simplemente piense en cuán díscolo podría haber sido si hubiera sabido que la había perdido.
Piense en los deprimido, preocupado, colérico, frustrado e irritable que pude haber estado. Y todo el tiempo la tarjeta hubiera estado segura y en camino a mi hogar. Toda mi cólera, frustración y desaliento habrían sido absolutamente inútiles.
Ahora. ¿ Hay alguna lección en esto?. La hay para mi. Es esta: Tan pronto como descubrimos que tenemos un problema, Dios ya ha obrado al respecto y la solución está en camino.
Lo he visto suceder una y otra vez en mi vida. Una carta llegó con la solución a un problema. Pero justo el día anterior me encontraba desalentado y alicaído, sin saber que la carta ya estaba en el correo.
Si creemos en el Dios de Romanos 8:28, siempre recordaremos que para el tiempo en que sabemos que existe un problema, Dios ya obró al respecto y su solución ya está en camino. Medite e el anhelo de Dios de obrar para nuestro bien.
“ Fuera de ti, desde los tiempos antiguos, nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actué a favor de quienes en él confían” Isaías 64:4.
“El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles”. 2 Crónicas 16:9.
“La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida” Salmo 23:6.
Esto es lo que había sucedido ante de que supiera que tenía un problema. Es lo que Dios hace todo el tiempo por los que confían en él. Por supuesto, el punto aquí no es que Dios exime a su pueblo de los problemas.
Todos sabemos que una tarjeta de crédito perdida es la menor de las preocupaciones en un mundo de sufrimientos como el nuestro. La tarjeta de crédito es meramente una parábola de cosas mucho más grandes. No siempre resulta a nuestro entendimiento, de la mejor manera. Pero eso no quiere decir que Dios no obra. Él siempre obra. Él convierte nuestras pérdidas y todos nuestros dolores en algo bueno para los que confiamos en Él. Esta es su promesa.
Por consiguiente, no se afane. Entréguele sus ansiedades. Quizás tan innecesarias como lo hubieran sido las mías por la tarjeta perdida. El tiempo vendrá cuando vea el punto sabio y amoroso de todo. ¡Viva Por Fe!.
John Piper.
Tomado del libro. Prueba y Observa.
Editorial Vida.
a veces somos tan tontos….le pedimos a El que haga su santa y buena voluntad, y cuando hace SU santa y buena voluntad y no la nuestra, entonces nos sentimos frustrados y apesadumbrados….Señor solo tu sabes por que suceden las cosas, tu eres soberano para decidir y actuar segun lo que es mejor para nosotros….señor todas tus obras son perfectas! tu sabiduria, tu amor y tu misericordia son infinitas…..gracias por permitirnos caminar de tu mano y hacernos saber que podemos depender solo de Ti. te alabo, te glorifico y te honro. te amo señor con todas mis fuerzas!!!!!
Aqui la tarjeta de credito sirvio para accesorarnos que el uso de ella nos puede traer problemas, ¡si no es que ya los tenemos! Gracias a DIOS porque, si ya estamos ahi, el nos da la FE para poder sobre llevar la situaccion y no olvidemos que antetodo EL es quien dirigira y nos llevara a FELIZ TERMINO.
Yo tengo GOZO en mi Alma, GOZO en mi Alma y en mi SER, ¡ALELUYA GLORIA A DIOS! Son como RIOS DE AGUA VIVA,RIOS DE AGUA VIVA EN MI SER ¡ELELUYA GLORIA A DIOS!
gracias por compartir tan buena reflexion, les comparto un poquito de mi vida , la cual esta atada a las deudas por “tarjetas de credito”;lo cual se que fue culpa mia desde el momento que las acepte y desde el momento que comence ha darles mal uso si saber o sabiendo que era para mi caida economica,lo cual me ha llevado a grandes depresiones y quizas en algunos momentos a grandes problemas con mi esposa , pero siempre EL ha estado alli para darme fuerzas y para ver su infinita misericordia por la cual yo estoy aun en pie.
Gracias a EL puedo tener fuerzas y seguir en esta vida.
gracias SEÑOR JESUS
que cierto es esto….gracias a D IOS…CON MI ESPOSO..HEMOS VIVIDO POR 10 AÑOS AL DIA NO LE DEBEMOS A NADIE,,,DIOS BENDICE AL CUMPLIR CON LOS QUE LA PALABRA ENSEÑA Y SER BUENOS ADMINISTRADORES DE LO QUE DIOS NOS HA DADO,,,NO SOMOS DUEÑOS SINO MAYORDOMOS,,,,SE VIVE FELIZ Y TRANQUILO,,,SIN LAS TARJETAS DE CREDITO!!!GRACIAS A DIOS…
Y claro esta que la religion es una fuente de gran riqueza, pero solo para el que se contenta on lo que tiene. Porque nada trajimos a este mundo, y nada podremos llevarnos, si tenemos que comer y con que vestirnos, ya nos podemos dar por satisfechos. 1 Timoteo 6:6….
Confiar en el Señor es nuestr ESPERANZA PARA SUS HIJOS, Y EL NO NOS VA HA ABANDONAR. PARA QUE PREOCUPARNOS POR ALGO SI ES QUE REALMENTE NO NOS CONVIENE. DIOS SABE QUE ES LO MEJOR PARA NOSOTOS, Y CUANDO EL CIERRA UNA PUERTA ES PORQUE ESTA HABRIENDO OTRA MEJOR PARA NOSOTROS. GRACIAS POR EL MENSAJE DE LA TARJETA. QUE DIOS LE BENDIGA.
MAS VALE CONFIAR EN DIOS QUE CONFIAR EN EL HOMBRE. (SALMO 118-8)