¿Cómo pasamos las 24 horas del día?
¿Qué es lo que más ocupa nuestro tiempo?
¿En qué invertimos nuestra inteligencia, nuestra visión, nuestras fuerzas, nuestras ambiciones?
¿Cuáles han sido nuestros logros? ¿Cuál ha sido mi mejor inversión?

¿Y qué de nuestra vida espiritual? Somos cuerpo y espíritu. El cuerpo se relaciona con todo lo de esta vida. El espíritu se relaciona con la dimensión eterna.

¿Está creciendo nuestra alma a la par de nuestros logros materiales y sociales?

En cuanto a la vida, invirtámosla en el bien de los demás, sirviendo al mundo con integridad y justicia. En lo que toca a la vida espiritual, hagámonos amigos de Jesucristo coronándolo Rey de nuestra vida.

Así estaremos invirtiendo bien la herencia de esta vida que Dios nos ha legado. Está es la Mejor Inversión!