Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios.
Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.
Un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su adicción a las bebidas alcohólicas, pero que había encontrado recientemente liberación y esperanza en Dios aceptó la invitación y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.
El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al término de lo cual, se la comió.
Se volvió al conferencista y le preguntó : “¿Estaba dulce o agria?”
“No me pregunte tonterías”, respondió el orador con señales evidentes de enojo; “¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?”
Y aquel hombre regenerado por el amor de Dios respondió entonces:
“Y ¿cómo puede usted saber algo de Dios, si nunca lo ha probado?”
Romanos 14:11 “Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.”
Muy sabio, el cuanto de la naranja,, esplendido..
cuan inspirador es este tema muchas veces las personas lo critican a uno por lo malo que hace e ignoran que Dios puede utilizar hasta las piedras para que la adoren es solamente la vedadera fe la que nos tiene que fluir dentro del alma gracias por tan grandes lecciones
toda lengua confesara qe el es Dios ya ven
que buena reflexión de la naranja.sigan asi me matan todas las reflexiones:y gual que del BARBERO
ME FASCINO PORQUE SIEMPRE ANDAMOS HABLANDO DE LO QUE NO PRACTICAMOS, CRITICANDO A QUIEN NO CONOCEMOS OPINANDO SOBRE LO QUE NO SABEMOS.