Después de varios años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
“Tú sabes que la amas.” Me dijo un día, tomándome por sorpresa. “La vida es demasiado corta, debes dedicarle tiempo.”
“¡Pero yo te amo a ti!” Protesté.
“Lo sé. Pero también la amas a ella.”
La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi MADRE, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. “¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?” Me preguntó mi madre. Ella es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
“Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo.” Le respondí. “Los dos solos.”
Reflexionó sobre ello un momento. “Me agradaría muchísimo.” Dijo.
Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita… Y ¡por Dios, cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita.
Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda, su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel.
“Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas.” Me comentó mientras subía a mi auto. “No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada.”
Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero sí acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera -La primera dama-.
Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos solo veían grandes figuras.
Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios.
“Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño.” Me dijo.
“Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor.” Respondí.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, solo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.
“Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar.” Dijo mi madre cuando la llevé a casa. Asentí.
“¿Cómo estuvo tu cita?” Quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.
“Muy agradable… Mucho más de lo que imaginé.” Contesté.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía:
La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí,
pero igual pagué 2 platos uno para ti y el otro para tu esposa,
jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí.Te amo.
En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo: “TE AMO” y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.
Exodo 20:12 “Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da.”
!HOLA!, ES IMPRESIONANTE ESTA LECTURA Y NOS AYUDA A PONER LOS PIES EN LA TIERRA Y DEDICARLE A NUESTRA FAMILIA TODA LA ATENCION EN VIDA PORQUE YA MUERTOS PARA QUE ARREPENTIRNOS SOBRE LO QUE NO PODEMOS CAMBIAR. EXCELENTE
SONIA
gracias por sus mesajes muy bonitos y no ponen a reflecionar
hoy que leo este articulo , se que Dios no muestra mas el camino y las acciones que debemos realizar , y no dejar pasar
las acasiones para demostrar nuesto amor a las personas que tenemos en el presente a nuestro lado, hoy en las horas de la
mañana unos de mis hermanos me dijo algo que tiene mucho que ver con este mensaje, me dijo no me quiero ir de la ciudad
porque quiero estar el mayor tiempo con mama, y esto para me lleno de mucha emocion
Tengo que darle las gracias a Dios porque aún vive mi madre, ya con sus 91 años que mi PADRE del cielo le ha regalado, estamos disfrutando de su compañía y de su salud, junto a mis hermanos. Que cada día nos reunimos en su casa para cuidarla ya que élla se encuentra en silla de ruedas por no poder caminarr sola, y es una alegría inmensa de poder atenderla y acompañarla cada día.
También puedo hablarle de mi Señor, y compartir con élla LA PALABRA DE DIOS. La cuál es para élla de mucha bendición. Muchas gracias por todo lo que nos envían, que Dios les bendiga.
tambien la lejania nos hace apreciar la profundidad del amor maternal, vivmos en la confianza y solo en esa de que Dios vela sobre ella, oramos por ellas y confiamos en que el Senor nos la cuida por todo el tiempo en que no estamos y aun cuando llega el momento del encuentro anual que nos parece poquisimo, oramos como ellas hacen aun por nosotros, regla
QUE MENSAJE TAN HERMOSO, AUN EL MAS DURO DE CORAZON SE CONMUEVE CON ESTA REFLEXION GRACIAS POR TODAS LAS REFLEXIONES QUE A DIARIO NOS ENVIAN