“Para muchos sus vidas son un teatro. Cada día tienen la máscara en su mano porque la función comienza cada mañana y termina cuando van a su cama donde se encuentra cara a cara con ellos mismos en sus pesadillas.
Dios no nos llamó a ser personajes sino personas con transparencia en el alma y comunión en el espíritu”.
Serafín Contreras G.
Job 33:3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.
2 Corintios 8:21 Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
“Lo más difícíl, es el camino hacia nuestro interior…pero de vez en cuando, es bueno recorrerlo”….así evitaremos tener pesadillas. Sí:… la vida es una obra de teatro…y nosotros sus actores, hagámos la mejor actuación, sin máscaras, porque ante Dios de nada nos sirven.
La primera vez, que leí este pensamiento, me pareció, muy sabio y acertado. Cuántas veces esas pesadillas, en ese encuentro del inconsciente y el subconsciente afloran recriminaciones tal vez, de actitudes, que nos hacen despertar sobresaltados…y en ese cara a cara perdemos la paz, si no vivimos en “Espíritu y en Verdad”. Por eso…… “Si dejamos que Cristo nos guíe en la vida, pensaremos como Cristo y nos esforzaremos a vivir como El”. 1 Pedro 2: 21.
Asi es vivimos usando mascaras para tratar de tapar lo que realmente somos, debemos dejar que el Espiritud santo limpie nuestras vidas
Ciertamente…”La vida es un teatro” y nosotros los actores…”Así que a vívirla con un corazón transparente ante los hombres, porque ante Dios no podemos usar máscaras. Allí, toda función termina con un final según la transparencia… Luego: “baila…canta…antes que se acabe la función” y no tengamos tiempo de enmendar nuestros actos.
hola chicos los estoy escuchando desde Córdoba les mando un caluroso abrazo y miles de Bendiciones del Reyno de Dios. muy lindo el programa mi nombre es Gustavo Cuquejo
Hoy… La Canasta De Provisiones No Escaseará
Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Deuteronomio 28:5
¡Oh, Señor, bendice nuestros bienes! ¡Ayúdanos a usarlos para gloria tuya! Enséñanos a colocar en su sitio las cosas del mundo, y que nuestros ahorros jamás pongan en peligro la salvación de nuestras almas. Amén.