“Las tempestades de la vida no las podemos evitar, pero lo que si podemos lograr es ser afirmados por el Señor.

Las tempestades más fuertes no son las externas, sino las internas y para ellas resuena la voz del Señor que aún dice: ¡¡Calla… Enmudece!!”.

Serafín Contreras G.

Marcos 4:39  Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

1 Juan 4:4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.