La confesión es aterrante.
Requiere que nos enfrentemos cara a cara con la realidad de lo que hay en nuestro corazón y muy probablemente como resultado, los caminos de moralidad oscura por los cuales hemos caminado. Es como un vaso de agua fría en la cara, cuando comenzamos a ser honestos con nosotros mismos sobre nuestro pecado actual y pasado, y sobre nuestro distanciamiento de Dios.
¿Qué hacemos ahora?
¿Confesar?
¿Hablar con alguien sobre la oscuridad en la que se encuentra nuestra vida y nuestro corazón?
Es algo aterrador. Sin embargo, la confesión tiene que ver con tus secretos. Los secretos, generalmente son cosas de las cuales te avergüenzas y no le admites inmediatamente a nadie. Por naturaleza, los secretos crean aislamiento y te distancian de los demás y de Dios. Dios, sin embargo, no quiere dejarte solo en esos secretos.
El quiere ayudarte a enfrentarlos para que puedas crecer más cerca de Él. Es el Espíritu Santo el que durante el día te llama la atención sobre esos secretos, aun en tu tiempo a solas en oración. Si tu tendencia es no enfrentar tus secretos, eventualmente vas a adormecerte ante ellos y ante la voz de Dios.
No vas a querer escuchar lo que El quiere decirte, dejarás de hablar con El y no escucharás su voz. Te alejarás del Señor porque estás permitiendo que esos secretos se interpongan entre tú y El. Tu pecado creará distancia entre tú y Dios, a menos que, hagas lo aterrador…..confesar!
La mayoría de la gente espera el momento oportuno para confesar. Quieren confesar porque la verdad tiene una manera de trabajar su salida a la luz desde el corazón hacia la garganta, en donde se queda atravesada como un nudo, esperando. Todo lo que se necesita es la circunstancia correcta y la boca hace el resto del trabajo. A menudo, este momento de confesión viene a través de un culto poderoso, una predica o un culto de adoración.
Un llamado al altar es dado y la oportunidad llega para que ese nudo en la garganta salga. Acá esta el momento que has esperado, en donde puedes aliviar tu consciencia y compartir lo que el Señor te ha estado tratando de hacer ver. Esto puede ser aterrador.
He estado en cultos en la iglesia donde se está hablando de adicción sexual o pecado sexual y al final del servicio, se hace un llamado al altar. Personas quebrantadas, en llanto, caminan hacia el frente, rindiéndose ante esa pelea de esconder sus secretos. Ellos han compartido abiertamente que han estado en la pelea sin victoria del pecado sexual en sus vidas.
Ellos lograron romper la barrera del miedo a la confesión y tendieron sus rotas vidas a los pies de Jesús.
Pero es ahora donde entra el verdadero miedo a la confesión. El verdadero miedo no lo tienen aquellos que tienen secretos sobre su pecado sexual. El verdadero miedo lo tienen los pastores y líderes de las Iglesias. Porque ahora tienen un salón lleno de personas que quieren ser libres de la esclavitud del pecado y adicción sexual, pero ellos, como pastores, no saben como hacerles llegar a ser libres.
Muchas Iglesias enfrentan este problema. Muchos pastores enfrentan este miedo. Ellos tiene un miedo genuino a la confesión porque no saben que hacer después de que su iglesia confiese el pecado sexual. Ellos han intentado hacer oraciones fuertes, constantes y han hecho mas unción con aceite. Ellos han intentado decirle a la gente que lo intenten mas fuerte y que lean mas su Biblia. Nada de esto parece tener un éxito real, y precisamente por la falta de éxito, mucho pastores tienen miedo a hablar sobre el tema desde el pulpito.
Tenemos Iglesias llenas de gente que están esperando confesar, deshacerse del secreto que se interpone entre ellos y Dios, que están queriendo pelear la batalla de la esclavitud sexual y continuar su caminar con el Señor. Personas que simplemente están esperando la oportunidad para hablar.
Pastores y líderes. Ustedes no deben temer a este tipo de confesión. Con la ayuda de Dios, podemos ayudarle a empezar a pelear de una manera efectiva y ganar la batalla contra el pecado sexual, y contra las maneras que el enemigo usa para someter a la iglesia en impotencia. Por favor, no se rinda ante este problema. Por favor, no tema a lo que sucederá si usted empieza a tratar este tema. Por favor, no le tema a una confesión sincera, dolorosa, difícil y aun así liberadora. Por favor, déjenos ayudarle a usted y a su iglesia a encontrar la libertad en esta área.
Robert Vander Meer.
www.laarboleda.net
“Una Comunidad Para Una Sexualidad Sana”
laarboleda47.12@gmail.com
Miedo a la Confesion ……………………………………………………………………………………….. Querido(a) Amigo(a) de esta Gran Familia:……. Dices que temes a la confesion?………. ? Porque ? ? Con que razon?…….. Habla y explicate!…….. Vamos , No temas y comenta porque temes a este hecho que ta purificara y te liberara de esos pecados veniales o mortales de esas dudas e intranquilidades! de esos suenos y pesadillas!…….. !!! Vamos desprendete de todo mal y vive como debe de vivir todo Cristiano(a) !!!……. ? A quien temes? …….? Al sacerdote que debe de Confesarte o es que te averguenzas de esos errores cometidos desde hace ya tanto tiempo?…… Se Valiente y Cumple con tu deber!……. Da la cara y demuestrate sincero(a) y no seas ningun hipocrita de sos(a) que tanto abundan por estos mundos de Dios!…….. Recuerda que fuiste creado(a) engendrado(a) porque eres regalo de Dios de esos padres que te trageron al mundo resultado de ese amor!……. Fuiste bautizado(a) con un fin!…….. Recuerda que somos Cristianos(as) hijos(as) de Jesucristo y nuestras Familias tambien lo son!……….. Por lo tanto debes de seguir con la tradicion cumpliendo con tu Doctrina!…….. ? Es que no te agrada?……. ? No eres Creyente, fiel etc?……. Analizate por favor piensa y reflexiona!…….. Cuando sepas verdaderamente de donde vienes, quien eres y para que estas en este mundo, nos contestas te escucharemos y te responderemos…….. Conclusion:……. Vale la pena Confesarte y despues de haber cumplido te encontraras otra persona, limpio(a) libre y Renovado(a) por Su Divina y Gran Misericordia…….. Intentalo y no te arrepentiras!……… Saludos y Bendiciones……. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo…… Amen.
me gusta mirar mucho pornografia por internet sera malo eso
Es lo que llamo la Zona Oscura del Cristiano. Luego de la Salvación, en aquel primer amor del recién convertido, con el fuego intenso en esos meses o pocos años luego de la conversión, pareciera que tenemos un blindaje por el cual nada nos pasaría y todo lo podríamos con ayuda de Aquel Quien nos salvó dándonos la Vida Eterna.
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Ya, con el paso de los años, vemos que las pruebas aparecen por los caminos menos sospechado y el pecado hace de las suyas.
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En algunos largos meses de mi vida, siendo salvo, caí en la pornografía. Luché como nunca la había hecho, colocaba la Biblia durante semanas ante el computador y luego la retiraba a sabiendas que era para darle mejor espacio a mi pecado.
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Caia y regresaba, me arrepentía, le decía a Dios “Señor, te confieso que me agrada mas sé que es pecado, que a ti no te agrada”, me levantaba y volvia al tiempo a caer
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Fue imposible que lo pudiera confesar en aquel momento.
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No podía creer que luego de ser salvo había caido en las mismas prácticas de mi viejo y fallecido hombre y en las prácticas que muy niño había visto en un adulto de mi casa
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Luche en una lucha desigual porque no estaba orando, porque no estaba estudiando la Palabra suficientemente y no me había hecho un ser responsable.
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A la final me levanté luego que Dios tuviera Misericordia de este pecador. Una que otra vez me llega la tentación más no pasa de un residuo que dura menos de un segundo. Ya el Señor me tomó otra vez en Sus Brazos, como al hijo pródigo.
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Quizás es porque pasó mucho tiempo y ahora puedo hablar de la Victoria que Dios hizo en mi vida, testificada en una edad ahora ya madura.
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En aquel entonces nadie, excepto Dios, lo llegó a saber.
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No solamente fue por la verguenza genuina y natural convicción de pecado dada por el Espíritu Santo, sino por las dudas acerca de la actitud en general de la Iglesia y las posibilidades del chisme (tengo esposa e hijos)
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Dios perdona y esconde los pecados: la Iglesia quizas no y pudiera no olvidar los pecados. Ante la duda, opté por callar y solamente tratar el tema con Dios.
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Aprovechando el tema, realmente me gustaría poder abrir mi corazón a todos mis Hermanos y confesar siempre todos mis pecados con mi corazón abierto. Sería de una gran bendición y un camino bíblico de sanidad y alivio.
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Ahora, escribiendo sobre el tema, recuerdo la enorme carga que arrastré en silencio.
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Si esto sirve para comprender el valor que tiene para un alma poder tener un amigo en quien confiar, valdrá la pena que haya invertido este tiempo.
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Para los grandes pecados necesitamos grandes hombres espirituales que nunca hayan sembrado dudas tanto para el juicio humano como para olvidar pronto lo escuchado con el don de silencio.
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El Señor dice que no nos mordamos unos a los otros: pues asi parece que esto aún sigue sucediendo.
Saludos cordiales y que Dios los bendiga
Luis Mendoza
Salvo por Su Gracia
soren@telcel.net.ve
cuando uno perdona se libera hay k confesar sus pecado para dios poder perdonarte como tu quiere k dios te perdone si tu no perdona ,atu hermano .dios la 24 horateesta yamando para k le busque la lectura de hoy hablavade oveja perdida ……..
No te imaginas como tu testimonio me ha bendecido, gracias por compartirlo, en mi vida como creyente he tenido ese tipo de luchas con el pecado, creí que solo a mi me pesaba, debo confesar que en estos mismos momentos estoy atravesando un momento difícil, pero Dios esta conmigo, el pecado es algo horrible en nuestras vidas, pero estoy convencida que solo la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos puede dar la victoria, la verdad que si no fuera por ese amor incondicional de Dios ya hubiese renunciado, pero no me doy por vencida porque si el mismo Dios me escogió, el mismo me perfeccionara, gracias hermano, sigue adelante,
Esto es lo que la biblia dice de confesar nuestros pecados, pero el miedo que tienen los pastores al dar consejería en este tema, y no saber como hacer, les lleva a compartirlos con otros con la excusa de orar por el asunto (esposa, ancianos, etc).. Y al compartirlo con terceras personas, con falta de verdadero amor de Dios, ni misericordia, les lleva a menospreciar, rechazar,ignorar y arrinconar a la persona afectada (hablo con conocimiento de causa). Y el problema se vuelve doble o triple para la persona que ha roto su corazón delante del pastor y confesado para ser ayudada.