“Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.”
Winston Churchill
Uno de los problemas más serios que enfrentamos las personas son los que tienen que ver con las conversaciones. No sabemos conversar, muchos piensan que conversar es intercambiar palabras. Por causa de nuestra mala conversación enfrentamos conflictos, entre ellos tenemos la depresión, el alcoholismo, la violencia, la rebelión de los hijos, el divorcio, la ansiedad y hasta trastornos físicos como el cáncer, el corazón y otras enfermedades.
La Biblia enseña en Santiago: “Las palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida, y hacer que nos quememos en el infierno.” (Stg.3:6 BLS)
Se ha dado cuenta que nuestra vida gira en torno a conversaciones, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos conversando. Conversamos con Dios, conmigo mismo, con la pareja, con los hijos, los compañeros, los amigos, los vecinos, y otros relacionados. Las preguntas que debemos hacernos: ¿Qué clase de conversaciones estoy teniendo? ¿Mis conversaciones están bendiciendo o están destruyendo vidas?
En mí y en usted radica un poder y a veces no le damos tanta importancia a las palabras que decimos, quizás usted pueda identificarse con una de estas palabras:
Nunca vas a cambiar….
Esto no va a funcionar….
No lo vas a lograr…
Pero no se puede…..
En otro momento lo intento…..
Eres igual a…
Esto se lo llevó quien lo trajo…
Ya es muy tarde…
Siempre igual…
Te lo dije…
Yo sabía…
Mucho de lo que no sucede en mi vida se debe a las conversaciones que estoy desarrollando. ¿Será que debo cambiar mis conversaciones para obtener buenos resultados? Veamos lo que dice la biblia: “De un mismo pozo no puede salir agua dulce y agua amarga o salada. Tampoco da higos un árbol de aceitunas, ni da uvas un árbol de higos.” (Santiago 3:11,12 BLS).
Un factor fundamental en los problemas de nuestras conversaciones es la confusión entre observaciones (hechos) y opiniones (juicios), nosotros solemos ser rápidos para emitir juicios y no nos damos el tiempo para preguntar, averiguar y tener base de lo que vamos a hablar, necesitamos pasarlas por las tres rejas. Te lo ilustro con la siguiente anécdota:
Un joven discípulo llega a la casa de su Maestro y le dice: vengo a contarte lo que dicen de tí….. Espera!! Lo interrumpe el sabio ¿Ya has hecho pasar lo que vas a contarme por las tres rejas? ¿Las tres rejas? ¿A qué te refieres? La primera muestra la diferencia entre hecho y opinión ¿Estas seguro que lo que vas a contarme ha sucedido o es la opinión de alguien? - No puedo decirte que haya ocurrido. Lo oí comentar a tus vecinos Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja que es la bondad. Eso que vas a decirme ¿es bueno para alguien? -No en realidad, no Todo lo contrario Ah!! Vaya. La última reja es la del crecimiento ¿Servirá lo que vas a decirme como un espacio de aprendizaje para que yo crezca? -A decir verdad: NO
Entonces dijo el Maestro sonriendo: Si solo es un juicio, si aparte es negativo, si no está fundado en un hecho real y además tampoco me va a servir para crecer ¿que sentido tiene que le destinemos tiempo y energía? No me lo digas.
¿Te ha pasado algo así? ¿Lo has filtrado a la luz de la Palabra de Dios? ¿Tus conversaciones son de bendición o de maldición?
El filtro de la palabra de Dios lo encontramos en Efesios 4:29 “No digan malas palabras. Al contrario, digan siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a crecer espiritualmente, pues eso es muy necesario.” (BLS)
¿Lo que digo trae bendición a mi vida? ¿Ayuda a crecer a otros? Si no es así, no lo digas.
Es importante estar conscientes de nuestras palabras y conversaciones, eso nos ahorraría muchos malos ratos y disfrutaríamos mas la vida, evite el juicio sobre los demás y aprenda a poner freno sobre lo que va a decir, cuide su corazón porque la lengua es solamente un instrumento.
Hay tres cosas en la vida que no vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida.
Algunas palabras pueden ser como flechas al corazón. Si lo que estás pensando puede ser flecha que hiera, no lo digas. Es preferible guardar silencio. Asegúrate de que lo que vayas a decir este cargado de vida y bendición para tu vida y la de otros. Hoy es el mejor día para hacer de nuestras conversaciones las mejores y tener buenos resultados.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Conferencista y Entrenador de Liderazgo y Coaching. Panamá.
Contacto: consejeriaycoaching@gmail.com
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Winston Churchill
Hola a todos Dios los bendiga
muchas gracias estoy aprendiendo mucho
con la ayuda de Dios lo pondre en practica.
Buenos Dias:
Este consejo leido si que da fortaleces, ayer tuve una discusión con mi esposo y lamentablemente por su carácter a veces me altero y digo cosas que incluso no quiero que escuchen mis hijos, más aún de aquella persona que es padre de mis hijos y cuyas palabras me hieren. Muchas veces particularmente yo me siento en depresión pero siempre oro para que nuestro señor siempre este a mi lado y no me quiebre en aquellos acontecimientos que me afectan. Muy importante es la conversación hoy temprano hable con él pero siempre antes de hacerlo le pedi al señor que me diera las palabras correctas para pronunciarme ante él, ojalá me haya escuchado por el bien de mi salud emocional como la de mis niños.
Agradesco a esta página por darnos estos consejos sabios.
Bendiciones.
Giovannaaaaa
QUE BENDICION, ES ESTA REFLEXION. MUCHAS GRACIAS PORQUE ES UN TEMA QUE A VECES NO LE DAMOS LA IMPORTANCIA NECESARIA Y HABLAMOS POR HABLAR, OLVIDANDONOS QUE DIOS DEBE ESTAR SIEMPRE PRESENTE EN TODAS NUESTRAS CONVERSACIONES PARA QUE SIEMPRE SEAN DE BENDICION. QUE DIOS LES CONTINIUE BENDICIENDO. PATRICIA
hola hace un mes empece a concurrir a una iglesia ,y me interese x buscar informacion me suscribi a su pagina y la verdad dia a dia aprendo muchisimo son una gran bendicion ,los power point ,son excelentes cada mañana espero ansiosa uno ,gracias por las reflexiones y mucha bendicion .
gracias por esta enseñaza la tomo para mi y el dia de hoy esta pensando como ayudar a un joven, el cual queria hacer un comentario el cual seria desagradable para el que lño escuchara. y creo que hoy Dios me da la respuesta para este joven. que Dios bendiga su ministerio y que la gloria de Dios repose sobre todo lo que es y hace para el Señor.