El otro día regresaba de la papelería y pasé frente a unas señoras que salían de un colegio particular. Seguramente venían de recibir calificaciones de sus hijos. Al pasar cerca de ellas, percibí el aroma de perfumes verdaderamente deliciosos. Como no soy una conocedora, me pregunté en mi interior: ¿qué marca de perfume traerán estas elegantes mujeres? ¡Son exquisitos y seguramente deben ser muy caros!
Caí en la cuenta de apenas conozco el nombre de un perfume famoso al que pueda identificar. Quizá he escuchado muchos de ellos pero sería incapaz de diferenciar entre uno y otro, porque, ¡no los conozco!
Al meditar en esto, de pronto recordé que la Biblia habla de que los hijos de Dios “olemos a Cristo”, por así decirlo. Y me sumí en la profundidad de esa verdad: ¿qué significará? ¿Podría alguien reconocer o identificar este aroma en mí? ¡¡Yo creo que sí lo he identificado en otras personas por la manera como se comportan!!
Estaba en mis cavilaciones, cuando el Señor llamó mi atención hacia un hombre. Era un hombre sumamente pobre que estaba buscando entre la basura. Obviamente estaba muy sucio por todas partes y de su cabeza, a la altura de la oreja derecha, sobresalía una gran bola… no soy doctora pero supongo que era un tumor.
De inmediato el Señor me movió a hablarle acerca del amor de Jesús por él. Platicamos un rato. El hombre me mostró su molestia porque las personas predicamos una cosa pero hacemos otra y estuvo de acuerdo en que todos estamos separados de la gloria de Dios pero que Él es el único que verdaderamente nos ama.
Al despedirme de él, le extendí la mano.
Él no quiso darme la suya porque “estaba muy mugrosa” y me ofreció el antebrazo. Entonces, sentí el impulso de darle un abrazo y le pedí su permiso para hacerlo. Él no quería, se miraba así mismo y hablaba de lo sucio que estaba y que cómo yo iba a abrazarlo, pero le dije que lo recibiera como de parte de Dios y por fin accedió.
Lo abracé y creo que ambos pudimos percibir un maravilloso perfume a nuestro alrededor cuando nos separamos y cada quien tomó su rumbo… era el aroma indescriptible del amor de Dios… un perfume que fue pagado al precio inaccesible para el ser humano: ¡la sangre de Cristo .
2 Corintios 2:14-15 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden
Autora: Rosa Amelia Díaz de Beltrán
el aroma de la sangre de cristo solamente no aroma la parte exterior si no la parte interior,es el aroma del amor de paz de properidad de bendiciones saviduria y muchas cosas.
el aroma de la sangre de cristo que solamente no aroma la parte exterior sino la interior es el aroma de paz de amor de prosperidad de bendiciones saviduria y muchas cosas mas.
que hermoso esta la reflexion de esta manana, Jesus perdonanos cuando a veces no sabemos ser ese olor fragante y avergonzamos tu imagen, y gracias por tu amor infinito poderoso de isrrael. bendiciones para todos.
Yo la verdad soy asqueroso con los malos olores. Y vaya mi sorpresa, fui a un lugar en la estacion retiro de capital federal argentina, donde se le da de comer ,orar, y hablar con hermanos en situacion de calle. Es entre las dos estaciones, en el estaciionamiento. Los domingos 21 hs , todo el año . La lluvia, la basura , el calor y el frio, por logica no favorecerian el buen olor.
Y dios me lleno de su perfume por medio de los hermanos, yo nos abrace, yo no lo servi . Ellos me abrazaron ami, ellos me sirvieron. Y no senti ningun mal olor,
Gracias Señor por enseñarme dia a dia a trabajar mis prejuicios.
ferdangonfer@hotmail.com
espectacular, por llamarlo de una manera revelevante, que manera pedagogica por asi llamarlo de compartir de una manera acequible la palabra de Dios a las personas. Que El Señor les siga dando dentro de esa sabiduria, herraminetas para abordar cada mensaje.
felicitaciones.