El Poder de una Promesa Divina

Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Estas palabras no son simples consejos, son una promesa eterna. Tú y yo tenemos acceso directo al corazón de Dios mediante la oración, la búsqueda constante y la acción de llamar a sus puertas.

Este pasaje es un recordatorio de que la vida cristiana no es pasiva. Al contrario, es un camino activo de fe, perseverancia y confianza.


¿Qué Significa Pedir?

Pedir implica reconocer nuestra necesidad y acudir a Dios con humildad. No se trata de caprichos, sino de expresar lo que realmente anhela tu corazón. Cuando pides con fe:

  • Reconoces tu dependencia de Dios.
  • Dejas a un lado el orgullo y la autosuficiencia.
  • Creas un espacio para recibir lo que Él tiene preparado.

Como dijo un autor cristiano:

“La oración es la llave de la mañana y el cerrojo de la noche.”


Buscar es Actuar

Pedir es el primer paso, pero buscar implica acción. Es levantarte de la oración y moverte en la dirección de tu petición.

Ejemplo práctico: si oras por una oportunidad laboral, también debes preparar tu currículum, aplicar y mejorar tus habilidades.

Buscar significa:

  1. Perseverar aunque haya obstáculos.
  2. Mantener tu enfoque en la meta espiritual y terrenal.
  3. Demostrar con tus actos la fe que declaras con tus palabras.

Tocar es Persistir

Cuando tocas una puerta, no basta un golpecito tímido. Insistes hasta que alguien abre. Así es con la vida espiritual. Tocar es insistir con fe, convicción y confianza.

El apóstol Pablo nos anima a orar sin cesar. Esa constancia mueve montañas y abre puertas que parecían cerradas.


Una Historia Personal

Recuerdo cuando enfrenté un momento de incertidumbre financiera. Oré pidiendo provisión, busqué oportunidades para mejorar mis ingresos y toqué puertas que parecían imposibles. Con perseverancia, una puerta inesperada se abrió. Ese proceso me enseñó que Dios responde, no siempre en el tiempo que quiero, pero sí en el momento perfecto.


La Clave: Fe y Perseverancia

Para experimentar esta promesa de Jesús necesitas dos ingredientes:

  • Fe: creer que Dios escucha y responde.
  • Perseverancia: no rendirte aunque la respuesta tarde en llegar.

Aplicaciones Prácticas para Tu Vida

  • Dedica al menos 10 minutos diarios a la oración.
  • Haz una lista de lo que pides y revisa cómo avanzas.
  • Da pasos concretos hacia aquello que buscas.
  • Sé constante: toca puertas, escribe mensajes, conversa con personas clave.

Pedir, Buscar y Tocar Hoy

Hoy mismo puedes empezar. No es necesario esperar un momento ideal:

  1. Pide a Dios con sinceridad.
  2. Busca con esfuerzo y determinación.
  3. Toca con valentía y sin miedo al rechazo.

Inspiración Bíblica

Jesús no dijo “quizás” recibirás. Dijo: “Todo aquel que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:8). Esta es una verdad que puedes reclamar en tu vida hoy mismo.


Reflexión Final

Cuando unes oración, acción y perseverancia, las promesas de Dios se vuelven realidad en tu vida. La fe sin obras está muerta, y las obras sin fe son vacías. Necesitas ambas para avanzar.

“La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.”


Llamado a la Acción

¿Estás dispuesto a pedir con fe, buscar con esfuerzo y tocar con perseverancia? Hoy puede ser el inicio de una nueva etapa en tu vida espiritual.

Cuéntame: ¿qué puerta vas a tocar hoy?