El Llamado a Madurar en la Fe

Cuando el apóstol Pablo escribió “Cuando yo era niño, hablaba como niño… pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” (1 Corintios 13:11), no se refería solo a la infancia física, sino a una transformación profunda del corazón. Esta es una invitación directa a todos nosotros a dejar atrás actitudes inmaduras para crecer en amor, responsabilidad y obediencia a Dios.

Tú, como creyente, también estás en este viaje. Tal vez te encuentres en una etapa en la que sientes que algo debe cambiar. Este artículo te ayudará a reflexionar sobre esas áreas en las que aún piensas, hablas o reaccionas como un niño espiritual… y cómo puedes avanzar hacia la madurez en Cristo.


¿Qué Significa Ser Espiritualmente “Niño”?

A lo largo de la vida cristiana, todos comenzamos como “niños en la fe”. Es una etapa natural, incluso necesaria. Pero cuando nos estancamos en ella, nos perdemos de las riquezas que Dios tiene reservadas para los maduros.

Señales de inmadurez espiritual:

  • Reacciones emocionales impulsivas (enojo, queja, celos)
  • Dificultad para perdonar o pedir perdón
  • Búsqueda de aprobación constante
  • Oraciones centradas solo en uno mismo
  • Falta de constancia en hábitos espirituales

La madurez espiritual no llega con los años, sino con la entrega diaria y la rendición a Dios.


Pasar de la Emoción a la Convicción

Un niño espiritual puede emocionarse en la iglesia, llorar en un culto, y al día siguiente olvidarlo todo. Un creyente maduro, en cambio, camina por convicción, incluso cuando no hay emociones involucradas.

“No seguimos a Dios por lo que sentimos, sino por lo que creemos.”

Este paso implica elegir obedecer cuando no entendemos, amar cuando no sentimos, y sembrar cuando aún no vemos frutos.


Testimonio: Mi Viaje de Niño a Hombre de Fe

Hubo una etapa en mi vida cristiana en la que buscaba solo bendiciones. Oraba para que Dios me resolviera todo, pero me frustraba cuando no sucedía. Fue en medio de una pérdida familiar que entendí que Dios no es un genio que concede deseos. Es Padre… y los padres forman carácter.

Empecé a leer la Biblia no para buscar promesas, sino para conocerlo. Y eso lo cambió todo. Comenzó mi proceso real de madurez espiritual.


3 Etapas Clave en el Crecimiento Espiritual

1. Infancia Espiritual (Fe basada en emociones)

Aquí descubrimos a Dios por primera vez. Todo es nuevo, emocionante. Pero también somos vulnerables.

2. Adolescencia Espiritual (Luchas internas)

Aquí cuestionamos, nos rebelamos, cometemos errores. Pero también es donde elegimos si crecer o quedarnos.

3. Madurez Espiritual (Entrega consciente)

Es cuando confiamos aun sin ver. Oramos por otros, servimos sin esperar nada, y permanecemos firmes en medio de las pruebas.


Cómo Dejar Atrás lo Que Era de Niño

No se trata de sentirnos culpables por nuestra inmadurez, sino de reconocerla y tomar pasos firmes hacia la madurez.

Aquí tienes algunas acciones prácticas:

  • Autoevaluación honesta: ¿Qué actitudes infantiles están afectando tu caminar con Dios?
  • Fortalece tu vida devocional: Sé constante aunque no sientas ganas.
  • Busca consejería espiritual: Acompáñate de alguien más maduro.
  • Asume responsabilidad: Deja de culpar a otros por tu crecimiento.
  • Perdona y pide perdón: Es uno de los mayores signos de madurez.

Cuando El Niño Interior Quiere Volver

A veces creemos que hemos madurado… hasta que alguien nos ofende. ¿Has sentido esa lucha? Yo también. A veces quiero “patalear”, huir, ignorar. Pero es en ese momento donde el Espíritu Santo me recuerda: “Deja lo que era de niño”.

Madurar duele. Cuesta. Pero da fruto.


Inspiración Bíblica: Pablo y su Ejemplo

Pablo no solo predicaba el evangelio; vivía como hombre hecho en Cristo. Abandonó los privilegios de fariseo, enfrentó persecuciones, y escribió cartas desde la cárcel. ¿Por qué? Porque entendía que seguir a Cristo no era una emoción, era una convicción.

“Cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.”
— 1 Corintios 13:11


3 Razones por las Que Dios Te Llama a Madurar

  1. Para cumplir tu propósito: Dios no entrega responsabilidades grandes a corazones inestables.
  2. Para bendecir a otros: Tu crecimiento impacta a los que te rodean.
  3. Para reflejar a Cristo: La madurez te hace parecerte más a Él.

Aplicación Personal: ¿Qué Debo Cambiar Hoy?

Tal vez estás luchando con:

  • Impaciencia
  • Orgullo
  • Rencor
  • Dependencia emocional

Dios no te condena. Te invita a avanzar. A crecer. A dejar el niño atrás y abrazar el hombre o la mujer de fe que Él diseñó.


Conclusión: El Valor de la Madurez en Cristo

Ser niño en la fe no es malo. Quedarse allí, sí lo es. La vida cristiana es una carrera, no una visita de fin de semana. Y Dios quiere que corras con firmeza, que crezcas, que madures, que influyas.


¿Estás Listo para Dejar Atrás lo que Era de Niño?

¿En qué área necesitas crecer hoy?
¿A quién necesitas perdonar o qué hábito necesitas dejar?
Comparte tu reflexión en los comentarios o compártelo con alguien que sabes que necesita este mensaje.

Tu crecimiento no solo te bendice a ti. Bendice a todos los que te rodean.

Escucha el mensaje del Dr. Serafín Contreras Galeano aquí: