Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica…
Difícil es ocupar el corazón de alguien.
Fácil es herir a quien nos ama…
Difícil es curar esa herida.
Fácil es dictar reglas…
Difícil es seguirlas.
Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño.
Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad.
Fácil es admirar una luna llena.
Difícil es ver su otra cara.
Fácil es saber que estás rodeado por personas queridas.
Difícil es saber eso y no sentirte solo.
Fácil es tropezar con una piedra.
Difícil es levantarte.
Fácil es disfrutar la vida todos los días.
Difícil es darle el verdadero valor.
Fácil es prometerle a alguien algo.
Difícil es cumplir esa promesa.
Fácil es decir que amamos.
Difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás.
Difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es cometer errores.
Difícil es aprender de ellos.
Fácil es llorar por el amor perdido.
Difícil es cuidarlo para no perderlo.
Fácil es pensar en mejorar.
Difícil es dejar de pensarlo y solamente hacerlo.
Fácil es orar todas las noches.
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas.
“Nunca nos sentiremos solos sí aprendemos a convivir con nosotros mismos”
Lo fácil y lo difícil hay que saberlo sobrellevar con talento y mucha sinceridad en uno mismo.
Me encanto esta reflexión fácil pero muy profunda para saber diferenciar co claridad.
Gracias y bendiciones
Que bueno sería que nuestros líderes políticos escucharan esta reflexión y la pusieran en práctica para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Aunque el llamado es para todos, especialmente para los que creemos en el Señor. Desde ahora tendré más cuidado y compromiso con lo que se ofrece. Gracias por tan significativa reflexión.
Hermoso y valioso las reflexiones que nos hacen cambiar.
SERIA MEJOR DECIR OREMOS AREPINTAMONOS DE TODO LO MALO QUE HACEMOS