¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias…

… Y cuando ya está terminado y están prontos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por el suelo lo que con tanto esfuerzo se logró…

¿Qué hace el pájaro?
¿Se ahuyenta,
se paraliza, abandona la tarea?

De ninguna manera. Vuelve a recomenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.

A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido…

Duele recomenzar desde cero… Pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando…

¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos no son los que soñaste?
¿Has querido decir basta, no valela pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?

¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?

Por más que te golpee la vida no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida,
es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.

No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo… nunca dejes de cantar.

Y recuerda la promesa de Dios:
Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré
con la diestra de mi justicia.”

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