Una maestra de preescolar comentó en cierta oportunidad respecto de los niños de la clase de 5 años: Construyen, desarman y vuelven a construir en un días más de lo que un obrero en una construcción hace en semanas, pero jamás llaman “trabajo” a lo que hacen. ¡Para ellos es jugar!
Ya sea que trabaje con las manos o con la mente, amar lo que uno hace es el secreto para divertirse mientras se gana dinero. En realidad, el trabajo deja de ser un “trabajo”.
Descubra qué es lo que le gusta hacer y jamás volverá a “trabajar” en su vida.
Jeremías 6:16
Deténganse en los caminos y miren;
pregunten por los senderos antiguos.
Pregunten por el buen camino,
y no se aparten de él. Así hallarán
el descanso anhelado.
Que lindo tema: ¨El trabajo¨ Realmente, cuando se habla de trabajo, lo primero piensan muchos es en la remuneración económica para ver si les conviene. Gracias a Dios, en lo personal he comprendido que antes de ver la remuneración entender que el trabajo es la oportunidad de servicio hacia a los hermanos y encontrar la alegría más grande que es la satisfacción del usuario o cliente como se les llama en las empresas. Como creyente en el Señor, entiendo que el trabajo es una bendición y al mismo tiempo una oportunidad que nos da Dios de servirle a los hermanos.