La palabra de un hombre honesto
tiene tanto valor como un contrato.
Tu palabra es la moneda más valiosa que puedas llevar contigo,
sin importar el contenido de tu billetera.
Santiago 5:12
Sea vuestro sí, sí,
y vuestro no, no.
Mateo 5:34
Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo,
porque es el trono de Dios;
Santiago 1:16
Amados hermanos míos, no os engañéis.
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír,
tardo para hablar, tardo para la ira;
Santiago 5:12
Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra,
ni con ningún otro juramento; antes bien, sea vuestro sí, sí, y vuestro no,
no, para que no caigáis bajo juicio.
Es muy cierto debemos ser muy prudentes con lo que hacemos y decimos,…. Gracias por el mensaje
Me agradan todas las reflecciones y las hago parte de mi dia algo que no hacia y ahora es mi habito gracias