Porque El es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentara para afinar y limpiar la plata; Malaquías 3:2
En una lectura devocional encontré la historia de una mujer que curiosamente visito un taller de producción de objetos de plata, y esto llamo poderosamente mi atención, y hoy quiero narrártela a ti…y dice que Mientras ella observaba al orfebre sostener una pieza de plata sobre el fuego dejándolo calentar intensamente, él explicaba que para refinar la plata, debía ser sostenida en medio del Fuego donde las llamas arden con más fuerza…ya que esta es la única forma de extraer toda impureza que lleve con ella.
Cuenta la escritora que En ese momento imaginó a Dios sosteniéndonos en un lugar así de Caliente. Y dice que le preguntó al platero si era cierto que él debía permanecer sentado frente al fuego durante todo el tiempo que la plata era refinada. El hombre respondió, Si…y no sólo debo estar aquí sentado sosteniendo la plata, sino también debo de mantener mis ojos fijamente en ella durante el tiempo que está en el fuego…si la plata fuese dejada un instante más de lo necesario, sería destruida…ella dice que se mantuvo en silencio por un momento y luego preguntó: ¿Cómo sabe cuando ya esta completamente refinada?…El sonrió y respondió: Ah, muy simple, cuando puedo ver mi imagen reflejada en ella dijo el orfebre.
Cuando termine de leer mi devocional decidí cerrar el libro y me quede por un largo rato meditando en esa frase que golpeo mi corazón… ¿Cómo sabe cuando ya está completamente refinada?…a lo que el hombre contesto…Ah, muy simple, cuando puedo ver mi imagen reflejada en ella…
Mientras seguía meditando me pregunté, ¿será que algún día mi Señor podrá ver su Imagen en mi?…aunque se que El me ve a través de la sangre de su precioso Hijo el Señor Jesucristo, se que esta cita bíblica de Malaquías 3.2 que dice que nuestro Dios se sentara para afinar y limpiar la plata; nos está hablando de perfeccionamiento…el Padre se tomará su tiempo para perfeccionar el carácter de cada uno de sus hijos….recordemos que el propósito de Dios es que Cristo sea formado en nosotros… Gálatas 4:19
Yo haré pasar ese tercio por el fuego, y los purificaré como se purifica la plata, los probaré como se prueba el oro. ..Zacarías 13:9
Recuerdas que Jesús dijo que muchos serán los llamados, pero pocos los escogidos? Mateo 20:16…..todos somos llamados, pero no todos estamos dispuestos a aceptar el refinamiento del cielo…sin embargo los escogidos, son aquellos que están dispuestos a aceptar ese perfeccionamiento en el fuego purificador…por eso el Señor aquí en Zacarías 13.9, habla de que El hará pasar ese tercio por el fuego, es decir esa tercera parte de los llamados, esa tercera parte es conocida también como el remanente, la manada pequeña del reino de los cielos…es en ese fuego de purificación donde se evidencia todo lo que hay en el corazón, y es ahí donde se determina a qué grupo pertenecemos…a los muchos o las pocos.
Dos cosas dice el señor que hará con esa tercera parte; purificar como la plata y probar, como se prueba el oro…Purificar; ser brillante, ser puro. Sano, claro, no adulterado, incontaminado, santo, pureza moral.
Probar; probar específicamente metales, investigar, distinguir, escrudiñar, examinar, poner a prueba, tentar.
Entonces el Señor, se sienta como el orfebre delante del fuego para hacernos brillar, para hacernos puros y quitar toda adulteración que traemos de Egipto, es decir del mundo…El quitara toda contaminación, nos hará puros moralmente, cambiará nuestros principios por sus atributos morales (rectos, íntegros, santos), además siendo probados como se prueban los metales en el fuego, escudriñara y pondrá a prueba si somos parte de los pocos o sencillamente de los muchos… porque es en esos exámenes, a través de una enfermedad, de un conyugue infiel, un hijo rebelde, un problema económico, una difamación…etc., donde saldrá a luz lo que realmente hemos creído, es ahí donde se evidencia si nuestras palabras concuerdan con nuestra forma de actuar.
Claro que cuando estamos dentro del horno de fuego, muchas veces queremos huir, correr, gritar, y salir de ese horno abrazador que nos consume…pero si nos detenemos un momento a reflexionar, y somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que lo que se está quemando en ese horno no lo necesitamos, y es mas, son obras de la carne que lo único que hacen es hacernos desagradables ante los ojos de Dios y a los de los hombres…además, estorba el proceso de santidad en nuestras vidas…son anclas que nos impiden avanzar, que están tan engarzadas en nuestra alma, y por supuesto que el arrancarlas produce dolor, pero jamás olvides que todo eso es necesario para alcanzar ese carácter de Cristo….de lo contrario seremos como esa higuera, que estaba llena de hojas, pero carecía de fruto…. pareceremos Cristianos por fuera, pero cuando llegue el momento de ser probados, cuando se presenten las dificultades se evidenciara la falta del fruto del Espíritu Santo….dos cosas nos llevaremos al cielo, todo aquello que le hayamos permitido al Señor que haga en nosotros, y lo que hayamos hecho por otras vidas para Dios.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, o le permitimos a nuestro Señor Jesucristo que nos limpie, quien se ha sentado para purificarnos como la plata, o seguimos caminando adulterados como el mundo…tu decides
Semillas de Vida
Elsa de Morán
elsa_moran@yahoo.com
Gracias es de gran bendición para mí vida
Hermoso! MUCHAS GRACIAS POR ESTA APASIONADA REFLEXIÓN❤