En la celda en el extremo del pasillo oscuro apenas caben un camastro, un escritorio y una silla plegadiza. Este es el hogar de la hermana Antonia Brenner, una monja estadounidense que creció en Beverly Hills, pero abandonó una vida de lujos para vivir en una lúgubre prisión mexicana.
Sus nuevos vecinos no son astros de Hollywood sino asesinos, narcotraficantes y contrabandistas de inmigrantes. Todos la llaman el “ángel de la cárcel”.
Brenner, de 79 años, parece desconcertada cuando le preguntan por qué trocó el lujo por la cárcel hace tres décadas.
“No comprendo por qué se asombra la gente”, dijo. “Dar ayuda es fácil. Lo difícil es pedirla”.
Una mujer menuda de apenas 1,57 metros de estatura, pero llena de energía, Brenner realiza sesiones de ayuda y presta innumerables favores a los 7.100 presos de la cárcel de La Mesa, apenas al otro lado de la frontera de la ciudad estadounidense de San Diego, California. Les trae vendas, jabón y medicamentos; lleva mensajes a los familiares fuera de los altos muros de la prisión.
Brenner sabe cuidar a la gente: crió a siete hijos.
A los 50 años, trocó sus vestidos y su casa espaciosa por un hábito de confección casera y una cárcel donde las condiciones han provocado motines; ella ayudó a poner fin a tres.
“Soy eficaz en los motines porque no tengo miedo, oro y entro”, dijo. “Entra una mujer de velo blanco, alguien que ellos saben que los ama. Entonces se hace silencio, vienen las explicaciones y se deponen las armas”.
Su obra ha sido reconocida en libros, y este mes fue incorporada al Salón de la Fama de los Estadounidenses que Ayudan, con sede en Washington. Entre sus admiradores hay directores y guardiacárceles.
“Los directores pasan, yo también pasaré, pero la madre Antonia siempre estará aquí”, dijo José Francisco Giménez Gómez, director de la cárcel desde hace un año y medio. “Ella es como un rayo de sol”.
La luz en su celda diminuta entra por dos ventanas con vista a una torre de vigilancia y una cerca de alambre de púas. Una sábana blanca sirve de puerta a un pequeño baño con una ducha de agua fría.
Atraviesa la prisión, muy sonriente, saludando a presos y guardias. A muchos los besa en la mejilla. Llama a todos “mi hijo”.
“Todos la quieren”, dice José Luis Romero, que está cumpliendo una condena a cuatro años y medio por robar un auto. “Uno siempre se siente mejor después de verla”.
Brenner, cuyo nombre original era Mary Clarke, nació en Los Ángeles, la segunda de tres hermanos. Su padre se hizo rico vendiendo material de oficina a contratistas de la defensa durante la Segunda Guerra Mundial.
La familia vivía en Beverly Hills y tenía una casa de verano de 11 habitaciones, con vista al mar, en Laguna Beach, al sur de Los Ángeles. Después se mudó a Ventura County, su último hogar antes de la prisión.
Después de dos matrimonios que culminaron en divorcios, Brenner se dedicó a las obras de caridad, bajo la influencia de un sacerdote de Los Ángeles llamado Anthony Brouwers.
“Finalmente todo se acaba, tu dinero, tu enfermedad, tu familia, tu tiempo en la cárcel”, dice en un español impecable a una veintena de presos vestidos de mameluco gris. “Lo único que no se acaba es el amor de Cristo por ti”.
Elio Spagat
Dios nos ha llamado a ser reflejo de su amor a otros, especialmente a los más necesitados y heridos. Nunca rehusemos ser una extensión del amor de Dios.
‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?
Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?’
El Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.’ Mateo 25:37-40
el amor que nueatro DIOS nos da nunca es condicional y nos muestra ha hacer con los demas lo que el ha hecho con nosotros en todo momento tratando a los demas como a superiores a nosotros y haciendo las cosas con todo el amor al SEÑOR
gracias y muchas bendiciones por este alimento espiritual tan fortificante que cada dia me regalan , gracias angeles de renuevo en penitud por esas palabras de vida , gracias por ser ese rayito de luz con que me iluminan cada mañana .estoy pendiente de conseguir los recursos para adquirir el libro.
—EL ANGEL DE LA CARCEL — TODOS LOS CRISTIANOS(AS) EXISTENTES EN EL MUNDO EN QUE VIVIMOS NECESITAMOS DE UN ANGEL !,,,,,,, UN ANGEL QUE NOS GUARDE DE DIA Y QUE NOS GUARDE DE NOCHE!,,,,,,, EL ES EL EMISARIO QUE NOS ENVIA DIOS DESDE EL CIELO, PARA QUE NOS ACOMPANE EN CUALQUIER LUGAR QUE ESTEMOS, SEA EN — EN LA CALLE, — EN UNA MANSION, — EN LA CARCEL. — EN LA MISERIA, — EN LA RIQUEZA, — EN LA UNIVERSIDAD — ENTRE EL MALTRATO — ENTRE LA VIOLENCIA DE GENERO — ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE — EN NUESTRA ENFERMEDAD — EN NUESTRAS TRISTEZAS — EN NUESTRAS ALEGRIAS Y PENAS — AHI ESTA NUESTRO ANGEL INVISIBLE QUE VELA ORA, Y NOS CUIDA CONSTANTEMENTE!,,,,,,,, ” ANGEL DE LA GUARDA , DULCE COMPANIA, NO ME DEJES SOLA NI DE NOCHE NI DE DIA, NO ME DEJES SOLA QUE ME PERDERIA! ” ,,,,,,, SALUDOS Y BENDICIONES PARA TODO EL PERSONAL DE ESTE GRAN EQUIPO DE ” RENUEVO DE PLENITUD “,,,,,, AMEN.
— EL ANGEL DE LA CARCEL — NUNCA PERMITAMOS QUE SE ACABEN NUESTROS BIENES MIENTRAS PERMANEZCAMOS EN VIDA!,,,,,,,, CUIDEMOS DE NUESTROS BIENES MATERIALES Y BIENES ESPIRITUALES!,,,,,, NO DESPILFARREMOS TODO CUANTO NOS AYUDA A VIVIR Y A DARNOS MAS CALIDAD DE VIDA!,,,,,,, NO OLVIDEMOS DE TRANSMITIR Y ENSENAR, NUESTROS VALORES, Y HACER NUESTRAS BUENAS OBRAS! ( por lo menos dos veces al ano nunca hara dano ) ) NO NOS OLVIDEMOS DE DIOS – DE NUESTRA FAMILIA — Y DE NOSOTROS (AS) MISMOS! — PORQUE SOMOS EL AMOR DE NUESTRO PADRE , Y A TRAVES DE EL, ESTAMOS EN NUESTRA MADRE TIERRA PARA TRANSMITIR Y SEMBRAR TODA CLASE DE BONDADES, HUMILDADES, Y DEMOSTRAR SOBRE TODO, NUESTRA GRANDEZA Y RIQUEZA DE ESPIRITU! TODAS NUESTRAS BUENAS OBRAS , A TRAVES DE JESUCRISTO NUESTRO SENOR! ,,,,,, EL SENOR ESTE CON NOSOTROS,,,,,, Y CON TU ESPIRITU,,,,, AMEN.
HOLA, POR FAVOR NECESITO SI ME PUEDEN ENVIAR LA DIRECCION DE USTEDES Y EL TELEFONO DE LA CASA DE “SAN DIEGO, CALIF.” MUCHO SE LOS VOY A AGRADECER.
A TENTAMENTE , SRA. ROSITA