Una joven madre a quien le habían diagnosticado una forma de cáncer tratable regresó a casa del hospital, sintiéndose incómoda por su apariencia física y la pérdida del cabello ocasionada por las radiaciones. Cuando se instaló en una de las sillas de la cocina, su hijo apareció silenciosamente en el umbral, estudiándola con curiosidad.
Cuando su madre comenzó el discurso que había preparado para ayudarle a comprender lo que veía, el niño vino corriendo, se acomodó en su regazo, puso su cabeza contra su pecho y se aferró a ella. Su madre decía en ese momento: “Y dentro de un tiempo, ojalá pronto, luciré como antes y entonces estaré mejor”.
El niño se enderezó pensativo. Con la franqueza de sus seis años, respondió sencillamente: “Diferente cabello, el mismo corazón”.
Su madre ya no tuvo que esperar un tiempo para sentirse mejor. Ya estaba mejor.
Proverbios 31:28
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba.
1 Tesalonicenses 2:7
Antes bien, nos portamos con ternura entre vosotros, como cuida una madre con amor a sus propios hijos.
El vinvulo que hay entre la madre y el hijo es muy fuerte y eso rompe barreras la energia positiva de ambos vence los obtsculos el amor vence la negatividad y la opaca…
Un lindo mensaje, y es verdad nuestros hijos llenan nuestra vida desde el momento q estan dentro de nosotras, y todo lo q hacemos lo hacemos por ellos son nuestra razon de vivir.
El Amor entre hijo y madre es como él amor de Dios por cada uno de sus hijos Gracias Señor por la Bendición de ser madre.
Le doy gracias al Señor por todas estas Reflexiones que me llegan y quiero desearles bendiciones a todos los que hacen posible este acto de generosidad y en especial a esos talentosos vasos que el Señor ha escogido, para q escriban cada uno de esos textos acompañados de genuinos testimonios, que son muy edificantes y ayudan a fortalecer y restaurar vidas. Gracias!!! Dios es bueno y para siempre sus misericordias.
Se demoran las aprobaciones de los msjs. Dios les bendiga!