Padre nuestro que estás en el cielo Mateo 6:9
Padre nuestro – La interpretación usual de ésta frase de apertura se enfoca en la paternidad. Nos preguntamos cómo seremos capaces de comprender a Dios como padre si carecemos de ejemplos de padres humanos.
Es evidente que este es un problema monumental en nuestra cultura moderna. Con un creciente número de niños criados sin padre, y con la pasión pecaminosa de simplemente eliminar la necesidad de un padre, nuestros hijos se alejan cada vez más de abrazar al verdadero Padre. Necesitamos un recordatorio de la importancia de padres santos.
Pero eso no es lo que quiero ver hoy.
Quizás te enseñaron que el concepto de “nuestro Padre” era nuevo a los oídos judíos. No es así. Aunque no permanecía en la cabecera del pensamiento judío, existen muchos ejemplos de la comprensión colectiva de Dios como nuestro Padre en el pensamiento judío. Empero, hay algo aquí que arroja nueva luz en esta conexión divina. Cuando Dios es nuestro Padre, ninguno de nosotros tiene historia.
He aquí lo que significa. Todos estamos conectados por medio de algún vínculo en la historia de nuestro pasado. En algún lugar allá atrás, todos venimos del mismo origen. Ciertamente la Biblia enfatiza nuestro legado común. Ningún hombre se separa radicalmente de ningún otro hombre.
Enemigo o amigo, aun somos hermanos. Pero Yeshua sugiere algo más profundo. Cuando oramos “Padre nuestro” nos colocamos en relación directa con Dios. Ya no dependemos de nuestra ascendencia para establecer nuestra relación con Él o con otros. Él es nuestro Padre inmediato.
Nos levantamos ante Él sin ningún legado o ascendencia. Dios nos concibe (eso es lo que dice en Juan 3) y somos Sus hijos directos. Lo expresamos comúnmente con el proverbio “Dios no tiene nietos.” Eso es cierto. Pero lo que implica es muy profundo.
Si Dios es mi Padre inmediato, y Él es tu Padre inmediato, entonces estamos unidos por lazos sanguíneos espirituales. Nos pertenecemos el uno al otro. Yeshua lo deja abundantemente claro en el pronombre, nuestro.
Él es el Padre de cada uno de nosotros, juntos. Y cuando nos acercamos a ÉL, lo hacemos como parte de Su familia inmediata. Nuestra presencia ante Dios no es individualista. Nos representamos mutuamente. Somos Sus hijos, plural. Necesitamos pensar en nosotros mismos como Sus hijos, plural. Este concepto corre profundamente en la Escritura. Cuando uno peca, nos afecta a todos.
Cuando uno duele, todos clamamos. Cuando uno se regocija, todos bailamos. Cuando uno se pierde, todos lloramos. A fin de cuentas, Él es nuestro Padre.
Este es el pensamiento de apertura en el modelo de oración. ¿Comprendiste eso? Lo primero en la oración es que comprendamos nuestro vínculo común. La oración comienza con “nosotros,” no “yo.” No cuento con historia. Solo los tengo a ustedes, mis hermanos y hermanas. Venimos juntos a Él.
Quizás debamos comenzar a orar de nuevo.
Dr. Skip Moen.
AtGodsTable.com
Gracias a las reflexiones diarias mi vida ha sido bendecida
gracias le doy a DIOS por tenerlos a ustedes que todos los dias me hacen crecer espiritualmente mediante estas valerosas reflexiones.QUE LA PAZ DE DIOS SEA CON USTEDES
Muchas gracias por sus reflexiones diarias, son de gran bendición para mi vida y para la de mis seres queridos. Como un favor, deseo pedirles la reflexión de ataques mentales, está excelente y necesito grabarla en mi equipo, en su momento me ayudó mucho y pude enviarla a otras personas que se beneficiaron con ella. Les agradecería su atención si me la hicieran llegar. Mil gracias.
Dios los Bendiga atodos , hacido una gran bendicion estar inscrito, en este programa , las reflexiones han sido de bendicion, todo los dias Dios me habla por medio de ellas,,,,los invitos aseguir inscritos,, y deleitarse, en sus reflexiones..BENDICIONES,,,
Miren de una u otra forma somos hermanos de y por cristo Jesus ,¿por que es tan dificil aceptarlo?,¿por que no nos queremos como cuando estamos con un hijo de nuestra madre?,con esa ternura y lealtad;Por que haci lo dice la oraciòn “PADRE NUESTRO,El es el que nos creo y todos somos sus hijos si aceptamos a Nuestro señor Jesucristo.
Por que no nos amamos con todo el corazòn y sì en lo mas profundo de nuestro corazòn solo somos hemanos de la iglecià o del culto realmente estamos muy equivocados pues el amor que decimos tener por Nuestro Señor Jesucristo nos debe llevar amar a nuestro projimo con toda nuestra mente,alma y corazòn sin miedo a perdonar,o aceptar su forma de ser o de pensar,siempre tratando de dar antes de recibir y con el solo interes de que sepa que en cada uno de nosotros encontrara a un verdadero HERMANO,HIJO DE UN MISMO PADRE. amen