“Necesitamos ser líderes que aceptan la transición correcta hacia el servicio.

Hemos causado mucho daño al pueblo por movernos en transiciones equivocadas y al olvidarnos que nuestro llamado fue para ser siervos.

No queremos seguir mirando la obra de Dios a través del cristal del liderazgo mundano y enfermizo, pero queremos nuevamente el corazón de siervos”.

Serafín Contreras G.