El poder de saber quién eres
¿Alguna vez te has detenido a pensar quién eres realmente?
No me refiero a tu nombre o tu profesión, sino a esa identidad profunda que define tu valor y propósito. Muchos viven sin comprender que su verdadera identidad no proviene del pasado, ni de los errores, ni de las opiniones ajenas. Tu identidad nace en Jesucristo, el único que te conoce, te ama y te llama por tu nombre.
Cuando entiendes quién eres en Él, algo dentro de ti cambia. Dejas de vivir con miedo y empiezas a caminar con propósito. Este artículo es una invitación a redescubrirte en Cristo, a declarar con convicción: “Yo soy lo que Dios dice que soy.”
Jesucristo, la fuente de nuestra identidad
Jesucristo no vino solo a salvarte, sino a revelarte quién eres realmente. En un mundo que constantemente intenta definirte por tus fracasos o tus logros, Él te recuerda una verdad eterna:
“Antes que te formara en el vientre te conocí” (Jeremías 1:5).
Esa afirmación transforma todo. No eres un accidente ni una casualidad. Eres una creación intencional, diseñada con propósito divino. Cuando Jesús declara: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, nos está mostrando que solo en Él podemos encontrar nuestra identidad y dirección.
Yo soy… lo que Dios dice que soy
Haz esta afirmación cada día con fe:
- Yo soy amado por Dios.
- Yo soy perdonado por la sangre de Cristo.
- Yo soy libre de toda condenación.
- Yo soy hijo del Rey.
- Yo soy luz en medio de la oscuridad.
Cada una de estas declaraciones no es una simple frase positiva; son verdades espirituales respaldadas por la Palabra de Dios. Cuando las repites con fe, tu mente se renueva y tu espíritu se fortalece.
El enemigo de tu identidad
Uno de los mayores ataques del enemigo es hacerte dudar de quién eres. Lo hizo con Eva en el Edén, y lo intentó con Jesús en el desierto:
“Si eres Hijo de Dios…” (Mateo 4:3)
El enemigo siempre atacará tu identidad porque sabe que si dudas de quién eres, vivirás por debajo de tu propósito.
Pero Jesús nos enseñó que la victoria está en la Palabra. Cada vez que la duda te susurre “no puedes”, responde con lo que Dios ya ha dicho:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Ejemplo personal: un encuentro que lo cambió todo
Recuerdo una temporada en mi vida donde me sentía perdido, sin rumbo. Había fracasado en proyectos, relaciones y sueños. Una noche, leyendo el Evangelio de Juan, me encontré con las palabras:
“Mas a todos los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1:12)
Lloré al comprender que no tenía que demostrarle nada a nadie. Ya era amado, ya era aceptado. Esa revelación cambió mi forma de vivir. Desde entonces, cada vez que me miro al espejo, no veo a alguien roto, sino a un hijo restaurado por Jesucristo.
Viviendo conforme a tu nueva identidad
Tu identidad en Cristo no es una teoría, es una realidad que transforma tu forma de pensar, hablar y actuar. Aquí tienes tres pasos prácticos para vivirla:
- Declara la Palabra cada día: Las afirmaciones bíblicas renuevan tu mente.
- Rodéate de fe: Busca personas que te recuerden quién eres en Dios.
- Actúa con propósito: Vive cada día sabiendo que fuiste creado para reflejar a Cristo.
Pequeños pasos diarios producen grandes transformaciones. Recuerda, no se trata de ser perfecto, sino de permanecer en aquel que es perfecto.
Jesucristo te llama por tu nombre
No importa lo que hayas hecho o cuán lejos hayas caminado, Jesús no se ha olvidado de ti. Él sigue llamando:
“Ven a mí, tú que estás cansado y cargado, y yo te haré descansar.” (Mateo 11:28)
Esa voz amorosa no condena, restaura. Cuando respondes a su llamado, la vergüenza desaparece y la paz llega. Tu nombre vuelve a tener significado porque Jesucristo te da nueva vida.
Cómo fortalecer tu identidad espiritual
Aquí tienes algunas prácticas que te ayudarán a mantener tu fe firme:
- Ora cada mañana agradeciendo por quién eres en Cristo.
- Lee al menos un capítulo de la Biblia al día.
- Escribe tus victorias espirituales en un diario.
- Comparte tu testimonio para inspirar a otros.
- Medita en las promesas de Dios cuando enfrentes temor.
Estas acciones simples te conectan con la fuente de tu identidad: Jesús.
Inspiración de la Palabra
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.” (Gálatas 2:20)
Esta verdad resume la esencia de la vida cristiana. Ya no vivimos para complacer al mundo, sino para reflejar el amor de Cristo. Cuando Él vive en ti, todo cambia: tus pensamientos, tus emociones y tus decisiones.
Transforma tu entorno con tu nueva identidad
Cuando descubres quién eres en Jesús, no solo cambia tu interior, sino también tu entorno. Empiezas a amar más, a perdonar más y a servir con alegría.
Tu presencia se convierte en una extensión del amor de Cristo. Tus palabras inspiran, tus acciones sanan, y tu vida se vuelve un testimonio vivo del poder de Dios.
Un recordatorio final
Nunca olvides esto:
Tu valor no depende de lo que haces, sino de a quién perteneces.
Y tú perteneces a Jesucristo. Él es tu roca firme, tu refugio seguro y tu razón para seguir adelante.
Conclusión: Vive como quien eres en Cristo
El mundo te dirá que no eres suficiente, pero Dios ya dijo que eres su hijo. Vive con esa certeza. Camina con fe, ama sin miedo y declara cada día:
“Yo soy en Cristo Jesús, y nada ni nadie podrá cambiar eso.”

Gracias Dios….. por estas reflexiones, bendice a Cerafin Contreras y siguelo usando a traves de estos escritos….
Gracias a Dios por esta pagina donde Dios habla a mi vida y a mi corazon los amo en el amor de nuestro señor Jesucristo Rey de Reyes y Señor de señores en el mundo entero.
No hay mejor refugio que cobijarnos bajo la sombra del Omnipotente,El Yo Soy,porque El nos libra de la muerte y sacia del bien nuestra boca y alimenta nuestra alma para llenarla de sus virtudes divinias.Amar a Dios por sobre todas las cosas nos hace fuertes y nos hace estar mas cerca de El;amarnos a nosotros mas que a Dios nos hace débiles.Sólo refugiados en sus brazos y cubiertos con su manto de amor y justicia,nos da la seguridad de ser llenados de su amor,ser guiados por el sendero de la vida,ayudados y protegidos.Cuando morimos a ser lo que somos y anhelamos ser como Dios lo ha diseñdo en sus planes,entonces hay gozo y paz,nuestras debilidades y defectos son limpiados por la sangre de Jesús.
Padre que sería mi vida sin ti, sería como una vasija vacía, gracias mi señor por abrir mis ojos y permitirme ver tú luz, una vida no me da para agradecerte….
Dios le bendiga hermano Serafin esta pajina hacido de gran bendicion en los momentos mas dificiles del liderasgo atraves de estas palabras me an confortado me an inpulsado a seguir adelante me an alentado realmente nuestro Dios es poderoso y el vive el pelea la batalla por nosotros Dios les bendiga