Esta divertida historia escrita por Billy Graham lleva por título “Suéltalo”.
Un pequeño niño estaba jugando un día con una vasija muy valiosa. Metió su mano en ella y luego no podía retirarla. Su padre también intentó ayudarlo, pero todo fue en vano. Ambos estaban pensando romper la vasija cuando el padre dijo: Vamos, hijo mío, inténtalo una vez más. Abre tu mano, extiende tus dedos tal y como lo hago yo, y entonces saca la mano.
Para sorpresa suya el pequeño le dijo: “Oh no papá. No podría extender mis dedos como dices, porque si lo hago voy a perder mi centavo”.
Esta historia tiene un importante significado para todos los que trabajamos con niños. Un niño considera lo que le rodea desde una perspectiva muy diferente de como lo hacen los adultos. La posibilidad de perder su centavo es para él mas importante que la pérdida de una valiosa vasija. El niño conoce el valor que el centavo tiene para él en su vida cotidiana.
Los niños continuarán sorprendiéndonos a todos nosotros con el proceso de sus razonamientos, pero si somos pacientes y no olvidamos “sentarnos en el piso”, lograremos entenderlos un poco mejor.
“Al lidiar con un niño, no pierdas los estribos y siéntate en el piso”.
Colosenses 4:5
Aprovechen ustedes bien las oportunidades.
Los niños son nuestros mejores maestros, si todos fueramos como niños el mundo sería diferente.
linda historia linda reflexion para las personas que trabajamos con niños debido que en ocaciones perdemos con facilidad la paciencia y nos olvidamos que son niños y pretendemos que ellos actuen como adulto el señor les bendigaa por tan linda obra que hacen a traves de este ministerio declaro palabras de bendiciones para todo el equipo de renuedo de plenitud
Gracias por la reflexion Dios Los Bendiga
Me gusto muchisimo esta reflexion. Y es que los niños son sorprendentes y no debemos subordinar su inteligencia. Tener un bebe es una de las cosas mas bella que le puede suceder a un ser humano. Sin duda hay que llevar al pie de la letra lo que dice la biblia en proverbio 22:6: “instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de el”.
Cuando educas a un niño, no solo le das sabiduria a él sino que uno mismo aprende cosas nuevas.
Un DIOS LES BENDIGA a todos.
Hermosa Reflexion, No cabe duda que de los niños tenemos mucho que aprender, y de vez en cuando ser como ellos para porder Creerle a Dios con ellos.
Bendiciones.