Recientemente, mientras hacía senderismo en las faldas de las montañas de Carolina del Sur, me topé con una pequeña quebrada de aguas rápidas y turbulentas.
Mientras me relajaba y disfrutaba la soledad, percibí una batalla por la superioridad entre las turbulentas aguas y los grandes peñascos en el lecho de la quebrada a lo largo de su curso.
Al principio, las rocas, testarudas, inmovibles e inflexibles, parecían salirse con la suya ante su adversario. Sin embargo, el agua, con determinación pero perdonadora, parecía meramente incomodada por la presencia de las rocas, mientras alteraba sin esfuerzo su curso retrasando su trayectoria hacia su destino original.
Pronto fue evidente que las rocas, aunque permaneciendo fuertes e inquebrantables, estaban perdiendo esta confrontación mientras la indiferencia total de las aguas lentamente comenzó a reformar estos obstáculos en lisas y hermosas rocas pulidas. Como ven, parece haber una total falta de lucha asociada con la trayectoria del agua.
La lucha es como una atadura que fuerza conformidad y el agua no quiere nada que ver con eso. Al contrario, el agua parecía perfectamente satisfecha con moverse alrededor de las rocas cuando fuese necesario, siguiendo alguna ruta preordenada, originalmente concebida por Dios. Me detuve para pensar…
Tal vez la gente necesita exhibir más determinación que inflexibilidad y terquedad. Quizás los seres humanos necesitan estar siempre abiertos a distintos puntos de vista, sin temor de reajustar su dirección mientras la vida nos presenta todas sus nuevos y imprevistos desafíos.
Jeff Jennings, copyright 2011
Fuente: www.motivateus.com
No me cabe la menor duda que todos nos beneficiaríamos mucho siendo un tanto más flexibles en nuestra manera de ver las cosas. A final de cuentas, lo que todos compartimos es una visión parcial de la realidad que nos rodea.
Aún en el ámbito espiritual, el Apóstol nos advierte que vemos como a través de un espejo (del siglo I AD, probablemente de bronce pulido) con imágenes no muy claras y a veces distorsionadas por nuestras circunstancias y expectativas personales.
¿Por qué no reconocer que no las tenemos todas con nosotros y abrirnos un poco a aprender algo de quienes nos rodean?
Adelante y que Dios les bendiga.
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán
mil gracias por las reflexiones diarias me han servido de mucho para orientarme en mi vida personal
Tiene Ud. toda la razón Dr. Raul Irigoyen. claro que debemos tener la mente abierta a todas las posibilidades sobre todo cuando se trata, de reflexionar sobre los mensajes propuestos por cada uno de los que participan en esta grandiosa misión: la enseñanza de la palabra de Dios.y aprender de las experiencias planteadas como una maravillosa lección para la vida, que no se acomode a nuestra manera humana de escoger . Cierto: un día hice un aporte a un artículo muy interesante planteado por UD., Lo que pasa es que a veces alcanzamos a leer los primeros, ya que vienen varios o están unos en el mess y otros en face. Sí, siempre hay una batalla dentro de nosotros mismos, el ejemplo de la batalla entre las turbulentas aguas y los grandes peñascos, esa es la batalla que tenemos que afrontar en el diario vivir, en la diversidad de las cosas…lo importante es pensar que ambas cosas pertenecen a la obra creadora de Dios y no mirar como adversario un evento del otro…todos son equivalentes cuando se aplaca la turbulencia de las aguas solo que al chocar con la quebrada, pareciera que se agitaran la una frente a la otra pero no!! solo es una elección… y sin ánimo de preferencia, solo por costumbre a veces, de ser como más familiar el rodar de esas aguas. Precísamente porque a veces no alcanzamos a leer y por eso no logramos percibir ese aprendizaje que podemos apreciar de las demás enriquecedoras lecturas. La verdad es que yo, particularmente las leo todas sí, pero a veces dejo algunas para después y encuentro una nueva y ¡qué falla! se me escapa la otra. Creo que a todos nos pasa eso. Qué gran mensaje me ha dado esta sencilla lectura: la batalla entre las aguas turbulentas al chocar contra las rocas…es una bella reflexión que todavía me llevará tiempo para comparar con las simplezas de algunos momentos de la vida. Gracias DR. Raúl.
Mil gracias por todas las reflexiones son hermosas y es un buen pan para la vida en lo personal me han ayudado mucho GRACIAS
Aveces cuesta tanto trabajo entender la voluntad de dios,nos manda pruebas dificiles de superar,como la muerte de un hijo,lo injusto que parece nuestro dios en ese momento tan insensible a nuestro dolor,tan lejano…cuando pasa el proceso del duelo y en ciertas circunstancias de tu vida,te das cuenta que dios te ama,que fue lo que tu ocupabas en tu vida,ese dolor,esa angustia,te hace mas fuerte…te hace aferrarte a la esperanza de vida que tenemos en jesus. yo le doy gracias a dios porque me permitio conocer a mi pollito aunque solo fueran 15 dias.
SEÑOR, BENDICE A CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE HACEN POSIBLE QUE ESTA PAGINA LLEGUE HASTA TODOS LOS QUE ESTAMOS SUSCRITAS EN ELLA. AMEN.