📖 Lucas 10: El buen samaritano

En este capítulo de Lucas 10, Jesús nos cuenta una historia que toca el corazón y rompe barreras: El buen samaritano. A través de esta parábola, aprendemos que amar a los demás no se trata de quiénes son, sino de cómo respondemos a su necesidad. Amar de verdad significa actuar con compasión, sin importar las diferencias. 🫂💙


El contexto: una pregunta que lo cambia todo

Un experto en la ley se acerca a Jesús y le pregunta:
“Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”

Jesús responde con otra pregunta:
“¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lo entiendes?”

El hombre cita correctamente la Escritura:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo.”

Jesús le dice que haga esto y vivirá. Pero el hombre, queriendo justificarse, insiste:
“¿Y quién es mi prójimo?”

Para responder, Jesús cuenta una historia que desafía las normas y prejuicios de la época.

La parábola: un ejemplo de amor verdadero

Jesús narra la historia de un hombre que viajaba por el peligroso camino de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron todo, lo golpearon y lo dejaron al borde de la muerte.

  • Primero pasa un sacerdote, alguien que debería representar la bondad de Dios, pero cruza al otro lado del camino y sigue de largo.
  • Luego pasa un levita, otro líder religioso, pero también lo ignora.

Finalmente, aparece un samaritano, una persona considerada enemiga por los judíos. Sin embargo, este hombre siente compasión, se detiene y actúa:

  1. Limpia y venda las heridas del herido.
  2. Lo sube a su burro y lo lleva a una posada para cuidarlo.
  3. Paga los gastos del hospedaje y promete regresar para cubrir cualquier gasto adicional.

Este acto de amor no tenía condiciones ni esperaba nada a cambio.

La lección: amor en acción

Después de contar la historia, Jesús pregunta al experto en la ley:
“¿Quién de los tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los ladrones?”

El hombre responde:
“El que tuvo misericordia de él.”

Jesús concluye con un poderoso mandato:
“Ve y haz tú lo mismo.”

Con estas palabras, Jesús nos recuerda que el amor verdadero se demuestra en nuestras acciones, especialmente hacia quienes más lo necesitan.


Lecciones para hoy

  1. El amor no discrimina. Tu prójimo no es solo quien se parece a ti o piensa como tú; es cualquier persona que cruza tu camino con una necesidad.
  2. La compasión exige valentía. El samaritano interrumpió su camino, invirtió tiempo y recursos, y actuó por amor. ¿Estás dispuesto a hacer lo mismo?
  3. El amor es práctico. No se trata solo de palabras o intenciones, sino de ayudar de manera tangible y con generosidad.

Reflexión para el día

¿Quién en tu vida necesita un buen samaritano hoy? Tal vez sea un amigo, un familiar, o incluso un desconocido. Un pequeño acto de bondad puede cambiar el día o la vida de alguien.

🕊️ Oración:

Señor, enséñame a amar sin condiciones ni prejuicios. Ayúdame a ver las necesidades de los demás con ojos de compasión y a responder con valentía y generosidad. Que mi amor refleje el tuyo. Amén.