“El único lugar donde tu sueño se vuelve imposible es en tu pensamiento.” Robert H. Shuller.
Hace poco tuve una conversación con alguien que me dijo: “mi vida se acabó, no le encuentro sentido, soy un fracaso en todo, perdí la ilusión…” y cada una de sus palabras estaban marcadas por la frustración, y así como esta persona hay muchas que piensan que sus vidas no están yendo a ninguna parte.
Personas que han perdido o están a punto de perder su matrimonio, su familia.
Personas que han perdido su trabajo o negocios.
Personas que han perdido su ministerio.
Para ellos la vida se ha acabado, piensan que no pueden volver a tener una relación, que nadie los va a contratar, que no tendrán oportunidad de servir. Sus pensamientos los hace volverse más temerosos, desconfiados, pesimistas y deprimidos.
Estas personas que han perdido sus sueños, lo que en realidad han perdido es la falta de propósito. Necesitan descubrir su propósito para no pasar el resto de sus vidas cometiendo errores, sintiéndose con sentimientos de fracaso. Ellos necesitan entender que su propósito debe ser mayor a los desafíos que se le presentan en la vida.
El propósito tiene que ver con la misión especifica en mi vida que exige cumplimiento de mi parte. Nadie más puede hacerlo. Cada uno de nosotros ha sido creado con un propósito.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a
Somos hechura suya, somos poesía, somos un regalo, somos su obra maestra, creados para buenas obras, para grandes cosas, para resultados extraordinarios.
Mi responsabilidad es poder identificar mi propósito, y en el curso que desarrollamos “Como alcanzar una Vida Extraordinaria” te mostramos como identificarlo, demás está decir que hay libros que nos hablan de eso y que lo puedes conseguir en tu librería favorita. Sin embargo te hago llegar algunas preguntas claves para identificar tu propósito:
¿Qué estoy buscando? ¿Qué es lo que me apasiona? ¿Para que fui creado? ¿Cuáles son esas buenas obras que debo realizar?
Estas son algunas buenas preguntas, no son todas pero te pueden ayudar a clarificar tu propósito y te llevaran a disfrutar la vida.
Hace unos meses una persona ya avanzada de edad, había perdido su trabajo en el cual llevaba mucho tiempo y pensaba que eso era todo, que a su edad nadie lo contrataría y un día meditando en su familia, y en la lección que le estaba enseñando a sus hijos, se encontró que había razones para soñar, para no rendirse en la vida, que lo mejor que el podía hacer era conectarse con su propósito y levantarse de donde estaba para vencer cada una de las dificultades.
Comprometido en buscar empleo, sacó su curriculum, generó los espacios de conversación con empleadores, desarrolló relaciones y diseñó planes de acción que lo llevaron nuevamente a ser contratado. Ahora esto no fue fácil, le costó aproximadamente tres meses conseguir el empleo. Sus creencias positivas o su fe acompañada de las obras lo llevaron a conseguir ese trabajo donde hoy lo valoran por sus talentos, capacidades y experiencia, y su futuro parece brillante. Eso se logra cuando logras conectarte al propósito.
“Tienes que averiguar a dónde quieres ir. Y luego debes dirigirte hacia allí. Pero, inmediatamente. No puedes darte el lujo de perder un minuto.”Jerome David Salinger
Cuando eres derribado por un fracaso en una relación o en un negocio, no pienses que la vida termina porque Dios todavía no termina contigo. Dios cada día trabaja en tu vida porque eres obra de sus manos.
Descubre el propósito de Dios para ti, comienza a creer que los mejores días están por venir, no importa cuantas veces puedas caer lo importante serán las veces que te levantes.
Deja de pensar que la vida se acabo para ti y que no hay nada más por vivir. Deja de sentir lástima por ti y comienza a vivir como protagonista. No te enfoques en los problemas, enfócate en el propósito de Dios para tu vida.
Cuando pienses que la vida se te acaba, pregúntate: ¿que cosas me pueden inspirar para superar mis problemas?
“Tu propósito debe ser mayor que tus problemas”
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com
DIOS LLAMA A JOVENES PARA QUE CAMBIEN LA ERA
Debemos ver que todos los que Dios llamó para que llevaran a cabo Su mover actual eran jóvenes. Esto no significa que Dios no esté dispuesto a usar una persona de edad ni que no ama a los mayores. Pero las Escrituras revelan que todos los que Dios llamó eran jóvenes. Quizás usted piense que Moisés fue llamado por Dios cuando tenía ochenta años. Pero debe entender que algo divino estaba operando en él aun antes de que tuviera cuarenta años. Desde su juventud, él tenía una relación con Dios. Cuando tenía ochenta años, Dios se le acercó, pero no fue la primera vez que lo hizo. Dios se le acercó cuando era joven (Hch. 7:20-29). Usted puede decir que Abraham tenía setenta y cinco años cuando fue llamado por Dios (Gn. 12:1-4). Pero si lee con esmero las Escrituras, verá que Abraham tenía setenta y cinco años cuando su padre, Terah, murió en Harán (Gn. 11:32). Hechos 7:2 nos dice que “el Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán”. Dios llamó a Abraham por primera vez cuando su padre todavía vivía, y por segunda vez después de que murió. Por lo tanto, Dios vino por primera vez a Abraham mucho más temprano que cuando tenía setenta y cinco años. Además, debemos entender que en los tiempos de Abraham, un hombre de setenta y cinco años se consideraba joven. No digo que Dios nunca llama a las personas de edad, pero la Biblia y la historia de la iglesia muestran que en la mayoría de los casos Dios efectúa un nuevo mover con los jóvenes.
Dios llama a los jóvenes para que lleven a cabo Su mover porque, por lo general, ellos no están muy arraigados, establecidos ni ocupados. Las personas de edad casi siempre están muy arraigadas. Les es difícil cambiar interiormente. También, todo está muy establecido en una persona mayor. No le es fácil seguir adelante con el Señor. Además, las personas mayores tienen la tendencia de estar ocupados con muchas cosas. Dios no llama a los que están arraigados, establecidos y ocupados porque cuando El llama a alguien, quiere hacer algo nuevo. Llama a alguien porque tiene el deseo de cambiar la era, de hacer algo nuevo y revolucionario.
Dios siempre ha seguido adelante, desde el tiempo de la creación. El tiene un plan, y con éste tiene un fin, una meta. Para alcanzar esta meta tiene que seguir adelante. Cada paso que el Señor toma para seguir adelante tiene algo nuevo. El Señor siempre dio nuevos pasos con personas como Adán, Abel, Noé, Abraham, Moisés y David. Le es difícil a Dios seguir adelante mediante los de edad porque éstos tienen la tendencia de estar arraigados, establecidos y ocupados. Le es mucho más fácil a Dios hacer algo revolucionario, cambiar la era de una dirección a otra, utilizando a los jóvenes.
¿Piensa usted que Dios está satisfecho con la situación actual que prevalece en el cristianismo? ¿No cree que el sistema religioso actual es muy viejo? ¿No cree que Dios espera la oportunidad de hacer algo nuevo, de cambiar, de efectuar un traslado, de cambiar la era? Lo que consta en las Escrituras nos muestra muchos cambios. La historia cambió con Noé, con Abraham, con Moisés, con David y con Isaías. Entonces hubo un gran cambio con Juan el Bautista. Finalmente, el cambio más grande en la historia de la humanidad fue logrado por un joven llamado Jesús, cuando éste tenía treinta años. Luego el Señor fue adelante en Su ministerio celestial con los apóstoles.
A través de la historia de la iglesia vemos cómo el Señor levantó a jóvenes para que cambiaran la era. El Señor levantó a Martín Lutero durante la reforma para sacar la humanidad de la Alta Edad Media. Esto constituyó un traslado de era. Dios siempre hace algo nuevo, siempre sigue adelante. En términos generales, Dios no imparte algo nuevo mediante las personas ancianas, sino siempre mediante los jóvenes. Martín Lutero era joven cuando el Señor le llamó y empezó a tener una relación con él. Zinzendorf era joven cuando el Señor le cautivó, y también lo era John Nelson Darby, el líder de las Asambleas de los Hermanos. John Wesley, Charles Wesley y George Whitefield también eran jóvenes cuando el Señor les llamó. Los misioneros que el Señor usó en la historia de la iglesia para evangelizar el mundo, tales como Hudson Taylor, William Carey y David Livingstone, fueron llamados por el Señor cuando eran jóvenes.
DIOS LLAMA A JOVENES PARA QUE CAMBIEN LA ERA
Debemos ver que todos los que Dios llamó para que llevaran a cabo Su mover actual eran jóvenes. Esto no significa que Dios no esté dispuesto a usar una persona de edad ni que no ama a los mayores. Pero las Escrituras revelan que todos los que Dios llamó eran jóvenes. Quizás usted piense que Moisés fue llamado por Dios cuando tenía ochenta años. Pero debe entender que algo divino estaba operando en él aun antes de que tuviera cuarenta años. Desde su juventud, él tenía una relación con Dios. Cuando tenía ochenta años, Dios se le acercó, pero no fue la primera vez que lo hizo. Dios se le acercó cuando era joven (Hch. 7:20-29). Usted puede decir que Abraham tenía setenta y cinco años cuando fue llamado por Dios (Gn. 12:1-4). Pero si lee con esmero las Escrituras, verá que Abraham tenía setenta y cinco años cuando su padre, Terah, murió en Harán (Gn. 11:32). Hechos 7:2 nos dice que “el Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán”. Dios llamó a Abraham por primera vez cuando su padre todavía vivía, y por segunda vez después de que murió. Por lo tanto, Dios vino por primera vez a Abraham mucho más temprano que cuando tenía setenta y cinco años. Además, debemos entender que en los tiempos de Abraham, un hombre de setenta y cinco años se consideraba joven. No digo que Dios nunca llama a las personas de edad, pero la Biblia y la historia de la iglesia muestran que en la mayoría de los casos Dios efectúa un nuevo mover con los jóvenes.
Dios llama a los jóvenes para que lleven a cabo Su mover porque, por lo general, ellos no están muy arraigados, establecidos ni ocupados. Las personas de edad casi siempre están muy arraigadas. Les es difícil cambiar interiormente. También, todo está muy establecido en una persona mayor. No le es fácil seguir adelante con el Señor. Además, las personas mayores tienen la tendencia de estar ocupados con muchas cosas. Dios no llama a los que están arraigados, establecidos y ocupados porque cuando El llama a alguien, quiere hacer algo nuevo. Llama a alguien porque tiene el deseo de cambiar la era, de hacer algo nuevo y revolucionario.
Dios siempre ha seguido adelante, desde el tiempo de la creación. El tiene un plan, y con éste tiene un fin, una meta. Para alcanzar esta meta tiene que seguir adelante. Cada paso que el Señor toma para seguir adelante tiene algo nuevo. El Señor siempre dio nuevos pasos con personas como Adán, Abel, Noé, Abraham, Moisés y David. Le es difícil a Dios seguir adelante mediante los de edad porque éstos tienen la tendencia de estar arraigados, establecidos y ocupados. Le es mucho más fácil a Dios hacer algo revolucionario, cambiar la era de una dirección a otra, utilizando a los jóvenes.
¿Piensa usted que Dios está satisfecho con la situación actual que prevalece en el cristianismo? ¿No cree que el sistema religioso actual es muy viejo? ¿No cree que Dios espera la oportunidad de hacer algo nuevo, de cambiar, de efectuar un traslado, de cambiar la era? Lo que consta en las Escrituras nos muestra muchos cambios. La historia cambió con Noé, con Abraham, con Moisés, con David y con Isaías. Entonces hubo un gran cambio con Juan el Bautista. Finalmente, el cambio más grande en la historia de la humanidad fue logrado por un joven llamado Jesús, cuando éste tenía treinta años. Luego el Señor fue adelante en Su ministerio celestial con los apóstoles.
A través de la historia de la iglesia vemos cómo el Señor levantó a jóvenes para que cambiaran la era. El Señor levantó a Martín Lutero durante la reforma para sacar la humanidad de la Alta Edad Media. Esto constituyó un traslado de era. Dios siempre hace algo nuevo, siempre sigue adelante. En términos generales, Dios no imparte algo nuevo mediante las personas ancianas, sino siempre mediante los jóvenes. Martín Lutero era joven cuando el Señor le llamó y empezó a tener una relación con él. Zinzendorf era joven cuando el Señor le cautivó, y también lo era John Nelson Darby, el líder de las Asambleas de los Hermanos. John Wesley, Charles Wesley y George Whitefield también eran jóvenes cuando el Señor les llamó. Los misioneros que el Señor usó en la historia de la iglesia para evangelizar el mundo, tales como Hudson Taylor, William Carey y David Livingstone, fueron llamados por el Señor cuando eran jóvenes.
Es difícil encontrar un caso de las Escrituras o de la historia de la iglesia en el cual Dios llamó a una persona de edad para que hiciera algo nuevo por El. Esto se debe a que cada aspecto de la obra de Dios es nuevo. Dios siempre sigue adelante, así que necesita siempre un nuevo comienzo con una nueva naturaleza efectuado de manera nueva para una nueva era. El hombre es muy central en el plan de Dios, pero tiene que ser usado por Dios cuando joven. Cuando usted llegue a la vejez, el tiempo en el cual Dios le llama o le usa mayormente ya se habrá acabado. No quiero decir que Dios ya no efectuará Su obra salvadora. Muchas personas de edad han sido salvas por Dios, pero el tiempo en que Dios puede usarles más o menos se acabó.
Hola Ricardo,dad gracias que se fue tu esposa,ella no te amaba,no seria bueno seguir una relacion asi.no te preocupes,Dios pondra en tu camino,una compañera que ame a Dios,y ese mismo amor alcanza para ti Dios te bendiga,vas a triunfar por que eres un guerrero.
El señor nuestro Dios, siempre ha sido grande delante de nosotros.
Tiene trazado cada uno de nuestras metas, de nuestro camino.
Por lo que hay que pedir sabiduria a su espiritu,para poder continuar ese caminar, y nos daremos cuenta que todo sera perfecto para nuestros psopositos.
Dios los bendiga a todos
Hola que tal,agradezco todos los dias a Dios que recibo mensajes de ustedes con muchas palabras de bendiciones hoy me siento fracasa, desaanimada he perdido mi liderazgo de 9 años, todos los dias le pido a Dios que me de fuerza para cambiar.Gracias señor por tu misericordia,y tu amor incomdicional.
bendiciones saludos.