Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; Salmo.42:1,2
El Ciervo, mamífero rumiante de tamaño mediano, es elogiado por su agilidad y se cuenta entre los animales limpios y tiene carne sabrosa. El ciervo es un animal astuto y ágil, esa agilidad se pone de manifiesto cuando es perseguido por sus depredadores.
Se cansa muy rápido. En las montañas y en su hábitat tiene que convivir con sus peores enemigos, leones hambrientos, tigres y hienas. Cuando llega el verano el ciervo tendrá que enfrentarse con su peor enemigo, su sudor (las feromonas que despiden su sudor lo delata ante sus depredadores), por lo tanto el tiene que tratar de encontrar un río donde bañarse…pero como en el verano los ríos tienden a desaparecer, solo le queda una última oportunidad, encontrar lirios aromáticos del campo y restregárselos en su cuerpo para poder engañar a sus depredadores.
Es impresionante como la palabra de Dios usa los ejemplos de los animales para instruirnos en sabiduría y conocimiento, y basta con que nos tomemos el tiempo para estudiar un poco sobre ellos, y nos maravillamos al encontrar la enseñanza que el Señor nos ha querido dar con el comportamiento de estos, como el ciervo brama por corrientes de las aguas, dice el salmista, así clama por ti oh Dios, el alma mía es impresionante conocer que estos animales en el verano braman por agua, por dos razones, la sed, y el olor del sudor que los delata ante sus enemigos.
¿ y tu a quien le estas clamando por agua, y defensa de tus enemigos?
¿A quien estas corriendo en tu angustia y desesperación?
Isaías 55:1 dice A todos los sedientos: Venid a las aguas.
Jesús dijo en Juan. 4:14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Él es la fuente que quita la sed, que sacia al cansado, al fatigado…Jesús es el agua viva, los ciervos al no encontrar el agua, saben que tienen otra alternativa, los lirios del campo.
Cantares 2:1 Yo soy la rosa de Saarón, Y el lirio de los valles; Jesús el lirio de los campos, sabes tú que todo aquel que le ha dejado entrar en su corazón, huele a Él.
Galatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.
Galatas 3:27 Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él. Esta es la razón, por la que los depredadores no pueden tocarnos, los enemigos no pueden cazarnos, el olor de Jesús en mi los ahuyenta, los hace retroceder.
la Biblia nos enseña que el diablo como león rugiente busca a quien devorar, ahí el poder de la palabra.
¿a quién crees que va a devorar?
A los que no huelen a Jesús, a todos aquellos que no lo tienen como su Señor y Salvador, solo el olor del Maestro en nuestras almas alejara al enemigo.
Satanás respeta el olor de Jesús, el sabe que lo que está marcado por su sangre, por su aroma como el lirio de los valles, no puede ser tocado sin su autorización, ya que no debemos de olvidar que nuestra alma, fue comprada, ¿sabes a quien se la compro Jesús?, antes le pertenencia al príncipe de la tinieblas, pero ahora pertenecemos al reino de la luz, Jesucristo nos compro con su sangre, ese fue el precio, su sacrificio en la cruz, ¿sabes tú que las potestades de este mundo, no nos ven a nosotros, no perciben nuestro olor, sino que ven y perciben el olor de la sangre del Cordero de Dios en nuestra vida, estamos revestidos, estamos impregnados de El, y muchos cristianos no lo saben, y por su ignorancia, son presa fácil del enemigo de nuestra alma, el enemigo lo sabe, y toma ventaja de la falta de conocimiento del hijo de Dios.
Isaías. 35.1, 2 Que se alegren el desierto y la tierra seca, que con flores se alegre la pradera.
La gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón: los hombres verán la gloria del Señor, y la hermosura de nuestro Dios, los que estábamos sin Cristo éramos el desierto, la tierra seca, pero el Señor dice que con flores se alegraría nuestra tierra, Cristo vino para traer alegría, una canción, la misma gloria que el Padre le dio a Él, nos la ha dado a nosotros, a los que le siguen y le aman, la hermosura del Carmelo, la de la rosa de Sarón, los que están sin Cristo no deben de ver más nuestra humanidad si no la gloria de Dios, la hermosura de Dios en los llamados cristianos…y decir, huele a Jesús ¿cómo?, a través de nuestra conducta, de nuestras conversaciones, de nuestro diario vivir, hay una alabanza que dice, no basta solo con decir, no es suficiente solo con querer, sino que es necesario morir, solo cuando vamos muriendo a nuestra comodidad, a nuestro yo, el orgullo, la autosuficiencia, al pecado, y entramos en una dependencia a su Señorío, se podrá evidenciar la diferencia entre el decir, y el ser.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, bramando como el ciervo por las corrientes de agua viva, o muriendo en el camino, siendo presa de los depredadores de tu alma. Tú decides.
Semillas de Vida
Elsa de Morán
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Buenas noches. Me encantó su escrito, fácil de entender las comparaciones, bien didáctico, gracias…el Señor bendiga su vida!!