“Hoy tienes la oportunidad entre elegir una buena actitud que te abrirá puertas o una mala actitud que te cerrará las puertas. Tú eliges.”
Un viejo carpintero llegaba a la edad para jubilarse. Contó sus planes a su jefe de que quería dejar la construcción y vivir una vida más relajada con su mujer y disfrutar de su familia.
Echaría de menos su salario pero necesitaba jubilarse. La familia sobreviviría. El contratista lamentaba ver irse a su buen trabajador y le pregunto si podría construir una última casa como favor personal. El carpintero asintió, pero poco a poco era fácil ver que su corazón no estaba en su trabajo. Trabajaba mal y usaba materiales de calidad inferior. Desafortunada manera de acabar su carrera.
Cuando el carpintero acabó su trabajo vino el contratista para inspeccionar la casa. El contratista dio la llave de la puerta principal al carpintero y dijo; -Ésta es tu casa, mi regalo para ti.
¡Qué susto! ¡Qué pena! ¡Ojalá hubiera sabido que construía su propia casa, lo hubiera hecho muy diferente! Ahora tenía que vivir en el hogar que no había construido bien.
Así es en nosotros., construimos nuestras vidas distraídamente. Reaccionamos en lugar de actuar, estamos contentos con aguantar menos que lo mejor.
En momentos críticos no damos al trabajo nuestro mejor esfuerzo. Así que con un susto miramos la situación que hemos creado y encontramos que vivimos en la casa que hemos construido. Si nos hubiéramos dado cuenta lo hubiéramos hecho diferente.
Imagínate que fueras un carpintero. Piensa en tu casa. Cada día clavas un clavo, pones una estantería o levantas una pared. Construye con sabiduría. Es la única vida que vas a construir. Aunque solo vivas un día más, aquel día merece ser vivido con gracia y dignidad.
La placa en la pared dice, ´La vida es un proyecto de bricolaje: hazlo tú mismo.’ Recuerda: Tu vida mañana será el resultado de tu actitud y decisiones que haces hoy.
Si buscas construir una vida extraordinaria necesitas pasar por un proceso de coaching. Escribe a info@liderazgocreativo.com para más información.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach & Conferencista
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Hola tiene toda la razón desde pequeña fui viendo como podria contruir una casa, ahora tengo 67 años y no le puedo hechar la culpa a nadie por no hacer una casa o comprar un sitio a donde vivir si es en lo personal, si es en lo espiritual he contruido cosa q cuando estaba pequeña, adolecente,joven,adulta y ahora de la tercera edad, me siento bien espiritual, la iglesia q es un templo de Dios. Cada dia contruyo al nuevo. Gracias hno. Me dice q estoy mejor ahora, q estoy cambiada, y digo uno es la misma thais, Dios, Jesús y el Espiritu Santo son lo q me han ayudado a edificar este templo. Amén
Somos responsables de construir y trabajar para nuestro futuro dejándonos dirigir por Dios. A veces nos alejamos y tomamos desiciones incorrectas! Pero Dios es tan misericordioso que podemos ser perdonados y pedir su dirección para comenzar de nuevo! Trabajemos para El y y tendremos un mejor futuro!
Excelente enseñanza
Muchas graciad, edificante reflexión
Excelente lección siempre debemos de dar lo mejor hasta el último momento