Había leído acerca de que los niños necesitan límites para sentirse seguros y amados por sus padres, pero no entendía esta enseñanza, no comprendía cómo un límite podía provocar una sensación de seguridad en los niños o las personas.

Apliqué esto a mis hijos por obediencia y porque fue lo que aprendí de mis padres, aunque sin mucho convencimiento de por qué lo hacía.

Sin embargo, Dios nos conoce aun en lo más secreto del corazón y tiene sus maneras para responder nuestras preguntas… ¡sí, todo lo nuestro le interesa!

Meses después de comenzar a aplicar límites a mis hijos, iba manejando mi auto en la ciudad de México en una área con mucho tránsito vehicular: autos que se incorporaban a esa vía rápida después de pasar un puente… otros que querían orillarse para la próxima salida… en fin… ¡para mí había autos por todos lados y parecía que se añadían cada vez más de distintos puntos!

Pero eso no me provocó estrés tanto como el que en ese punto crítico de la vía rápida… ¡no estaban pintadas en el asfalto las líneas que marcan los carriles!!! ¡Horrorrrrrrrrrrrrrrr!!

No soy la mejor conductora, así que comencé a ponerme muy nerviosa porque sentía que todos invadían mi carril y yo misma no sabía si estaba en el correcto… ¡ay, señores, quítense, no están respetando mi carril!! Pero parecía que los otros autos me “empujaban” hacia un lado y otro:

¿Era yo la que estaba en el sitio que no correspondía?

¿Dónde están los carriles?

¿Por qué no los han marcado en el asfalto????

¡Puedo decir que fueron los minutos más estresantes de mi vida! Porque no sabía con exactitud cuál era el sitio seguro para mí, para conducir sin ponerme en riesgo de dar un golpe o que me lo dieran!!!

Me sentí aliviada cuando por fin abandoné esa vía rápida para llegar a mi destino. Había quedado de verme con unas amigas en una cafetería y lo primero que dije al sentarme con ellas fue: ¡ahora entiendo por qué los límites dan seguridad!!! Así  los niños y las personas saben hasta dónde pueden llegar y lo que pueden hacer sin meterse en problemas!!

Proverbios 22:28 No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres.

Proverbios 29:17 Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.

Rosa Amelia Díaz Molina.

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