Durante una de las batallas que libró Alejandro Magno, le comunicaron que un miembro de su tropa se había comportado cobardemente, por lo que ordenó que el soldado fuese traído ante él.
Estando frente al general, éste le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? El soldado con cara de vergüenza respondió igual que usted señor: “Alejandro.”
Entonces le dijo el General: o bien cambias tu nombre o cambias tu conducta.
1 Timoteo 4:12 “Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza”
Tito 2:7-8 “Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros”
Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree;”