Hoy sé que no me puedo conocer a mi mismo si no permito que Dios

Devocional Diario – “Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos, mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno” Salmo 139:23-24

Sólo Dios puede examinar mi corazón y determinar lo que hay en el… y cuando Dios examina mi corazón él me lo hace saber para que yo pueda también conocer lo que hay dentro de mí.  Cuando Dios me muestra lo que hay dentro de mí, debo ser capaz de despojarme de toda decepción de mi mismo, de conocerme en toda mi desnudez ante mis propios ojos para poder comprenderme a mi mismo y saber quien soy realmente.  No hay decepción tan grande como la decepción de si mismo.
En otro seres vivientes la ignorancia de sí mismo es su naturaleza; en el hombre es su vicio y hoy no quiero tener ese vicio en mi vida.

Cuando le pido a Dios que me examine hoy, es porque estoy consciente de cuán escondido estoy  en mi mismo.  Hoy recuerdo las palabras del maestro Johanes Echhartt quién en 1327 escribió: “El hombre tiene muchas pieles en sí mismo, que cubren las profundidades de su corazón.  El hombre conoce tantas cosas y se desconoce a si mismo. Treinta o cuarenta pieles, como si se tratara de un ojo tan tupidas y tan fuertes, encubren el alma. Marcha hacia tu interior y conócete a ti mismo.  Pero hoy sé que no me puedo conocer a mi mismo si no permito que Dios penetre en mi corazón y me escudriñe y en este día quiero y anhelo ser examinado por Dios.

Hoy debo tener en cuenta que aunque el Yo sea la inadecuada concepción que el individuo tiene de sí mismo, le parece a él que él es así. Y de ahí se sigue que todos los pensamientos y todos los esfuerzos de la persona egocéntrica se orientan fundamentalmente a evitar cualquier cosa que pudiera perjudicar a ese querido yo, a ese pretendido yo.

Constantemente luchará contra lo que pueda quebrantar su yo pues le parece a él que aquello significaría la destrucción de su verdadero yo, pero aún con esos esfuerzos defensivos provocará inevitablemente el agotamiento nervioso que tanto teme.  Hoy por lo tanto no resistiré ser examinado por Dios en mi verdadero Yo.

Examíname Oh Dios.  Escudriña mi corazón y ve si  hay en mi camino de perversidad. Hoy quiero ser confrontado solo por tu amor y tu visión profunda.  Si tú me examinas me mostraras lo que hay en mi y podré ser sano de todas mis perversidades. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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