Devocional Diario – “Jesucristo nos ha dado este mandamiento: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano” I Juan 4:21.
Los mandamientos no se discuten, los mandamientos se cumplen. Los mandamientos dados por el Señor son mandamientos de paz y de amor. Porque él sabe el valor del amor y como el amor cubrirá multitud de pecados. Hoy he sido confrontado con el mandamiento del Señor que dice, que el que ama a Dios que ame también a su hermano. Sé que a veces es duro amar y perdonar pero si quiero moverme en esa trayectoria lo primero que podría hacer es establecer el fundamento de la oración. Cuando comienzo por orar por la persona con quién me cuesta convivir, la oración primero establecerá la reconciliación con Dios y luego con los otros. Por eso Jesús un día dijo: Orad por vuestros enemigos.
Cuando solo me concentro en mis heridas y dejo de orar por quienes me ofendieron muy pronto encuentro que la auto- conmiseración me rodea y entonces pierdo de vista la grandeza del amor de Dios quién envió a su hijo para reconciliación. Este es un mandamiento que jamás podré discutir con Dios, Pero, por qué me parece tan difícil a veces tal mandamiento? Precisamente porque golpea directamente en el centro de mi orgullo.
Hoy sé, que cuando el mandamiento de amar a mi hermano me parece duro, es precisamente porque este mandamiento me está golpeando en el corazón mismo del orgullo humano y el cristianismo tiene como función principal golpear el centro del ego. Hoy necesito tomar la decisión de obedecer a mi ego u obedecer el mandamiento del Señor.
La Biblia está llena de recomendaciones sabias y profundas acerca del genuino y verdadero amor que debe rodear mi alma. Ella dice palabras como éstas: “Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros.
Señor, gracias por darme tu amor eterno e infinito. Hoy quiero pedirte que me ayudes a vivir y practicar ese amor que solo viene de tí. Sé que es duro para mi ego pero muy bueno para mi espíritu. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com
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DIOS LES BENDIGA, PUES NOSOTROS DEBEMOS E AMAR A NUESTRO PROJIMO, DICE LA PALABRA DE DIOS QUE A AQUEL QUE TE MALDICE TU LO TIENES QUE BENDECIR, DEBEMOS DE PERDONAR A LOS QUE NOS OFENDEN, PORQUE LA BIBLIA NOS ACLARA QUE SI NOSOTROS NO PERDONAMOS EL TAMPOCO NOS PERDONARA, PORQ NOSOTROS HACEMOS GRANDES PECADOS Y COMETEMOS ERRORES, PERO DIOS ESTA DISPUESTO A PERDONARNOS, Y ENTONCES PORQUE NOSOTROS NO PODEMOS PERDONAR???
Gracias por hacerme llegar este mensaje tan lleno de espiritualidad, te amo señor jesús y aunque ahorita este atravesando cosas muy dificiles, se que en tu presencia todo va a salir mejor. Ayudame y no me abandones mi señor.
Saludos a mis hermanos de la Fe
Yo creia que el mayor mandamiento era amar a Dios con toda tu alma con tu mente y con todo tu corazon resulta que no, no es asi como eso que tengo que amar a alguien que me ha ofendido que ha herido eso implica una renuncia a mi yo a mi gran ego como asi. Me parecia que Dios estaba pidiendo como mucho pero despues de mucho tiempo entender que El Señor lo entrego todo todo por amor a nosotros. Si amamos a Dios y el es importante para nosotros demostrale amor al socavar malos sentimientos de nuestro corazones. Vernos en el espejo de su palabra para ver que tanto nos parecemos a El como sus hijos.
El Señor les bendiga
HOLA
me parecio muy interesante esta programa de reflexion, porque eso me ayuda un crecimiento Espiritual en mi vida y que siga haciendo que Dios me lo bendiga y lo guarde abudantemente!!
Doy gracias Dios por haber pusto en mi camino esta página tan maravillosa que cada día me trae mensajes que llenan plenamente mi vida y me hacen mejor cada día. Este mensaje sobre el amor es muy especial pues casi siempre olvidamos a nuestros enemigos a quienes debemos amar más.