“Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las van a creer de todas maneras, entonces para que darlas.”
Algunas personas me han escrito informándome que las cosas van bien en sus vidas. Hace algunos meses estaban con muchas preguntas sin respuestas, unos estaban al borde de la desesperación y otros estaban viviendo completamente sin propósito y más aun no tenían idea de lo que significaba el coaching, ni como esta herramienta podría ayudarle.
Haga el cambio.
En muchos aspectos el coaching ha sido una ventaja. Para realizar los cambios que están haciendo las personas implica un salto de fe, y un permanente y significativo cambio en la manera en que miran la vida, y mucho mas un verdadero compromiso con los objetivos que quieren lograr en la vida.
Muy a menudo es el miedo de salir de su zona cómoda y segura lo que impide que algunas personas intenten cambios en sus vidas que les permitirán alcanzar las metas y sueños que se han trazado, o lo que Dios ha destinado para ellas. Por supuesto, siempre hay muchas “razones” o “excusas” por qué la gente cree que no debería cambiar o ir a una vida extraordinaria.
Algunas de ellas:
“Toda la vida he sido así”
“Estoy muy ocupado, no tengo tiempo”
“Soy muy pobre, no tengo dinero”
“No tengo talentos”
“No se cómo hacerlo”
“No puedo…”
Eso me recuerda a Moisés: “Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.
¿Y quién le puso la boca al hombre? —le respondió el Señor—. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita? Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir.” Éxodo 4:10-12 (Nueva Versión Internacional)
Así como Moisés, nosotros podemos ir por la vida creando excusas que nos permiten una vía de escape, e impiden hacerle frente a la realidad. Lo cierto que estas excusas no nos sirven y lo que nos hacen es sentirnos miserables con nuestra vida y todo lo que hacemos.
Fórmula para el cambio
Para hacerle frente al cambio es necesario comprender lo que se necesita hacer para superar la resistencia al mismo. ¿Qué cambios deben darse en tu vida para alcanzar esa vida extraordinaria? ¿Emocionales? ¿Fisiológicos? ¿Espirituales? ¿Relacionales? ¿Financieros? ¿Laborales? ¿Hábitos?
¿Qué es lo que te produce insatisfacción en la vida? ¿Qué quieres lograr en la vida?
La formula para el cambio es la siguiente: I x V x P x F > R
(Donde I = insatisfacción, V = Visión, P = Plan, F = Flexibilidad, R = Resistencia)
Lo interesante de esta fórmula es que si uno de estos elementos no es claro o aceptado por la persona, la resistencia al cambio siempre será mayor y, por tanto, aumentan las excusas para no hacer ningún tipo de cambios y volver a sumergirse en la zona cómoda. Sin un compromiso de la persona no hay coaching.
La vida que hoy tienes debes agradecerla, disfrutarla en compañía de tu familia y amistades, deja ya de construir excusas porque ellas te llevaran al fracaso.
Tú puedes hacer la diferencia en la vida de muchos. Hoy es el mejor día para decirle adiós a las excusas.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com

Hola: me encanto el mensaje. Soy una escritora de argentina, nunca me habia animado a hacer nada con lo que escribo hasta este año. Tengo un libro en espera, que una editorial quedo de darme su respuesta. Estaba un poco cansada de esperar, y lei el mensaje. les envio mi pagina , espero les guste.
un abrazo y que Dios los bendiga.
http://www.lasletrasdekarina.blogspot.com
me alientan mucho son muy buenos
MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS DE AYUDA ESPIRITUAL.SON UNA BENDICION PARA TODOS,LAS PERSONA S QUE TANTYO LOS NECESITAN EN UN MUNDO LLENO DE PROBLEMAS Y TNESIONES DE LA VIDA DIARIA.GRACIAS……
gracias por sus reflexiones, el Señor le bendiga, Quiero decirle que tengo mucha dificultad para comunicarme con mi esposo. ya que siempre que intento exponer mi punto de vista y difiere con el suyo, se molesta. y me dice cosas como si yo no lo quiero o estuviera en contra de su persona. trato de explicarle que lo que no comparto es su punto de vista y finalmente termina molesto conmigo. Tengo mas de 15 años pidiendole a Dios me de la forma de comunicarme mejor con mi esposo. pero despues de esta reflexión creo que, todo este tiempo me la he pasado diciendole a Dios lo mismo que Moises. aún asi no se cuando intentarlo
Para mi joven hermano, Jesús:
Aparte de orar, pedir perdón, pedir la ayuda de Dios, buscar la ayuda de hermanos maduros en la fe, etc.; necesitas estar atento (PERO MUY ATENTO) a ti mismo para ver qué cosas pasan por tu mente durante el día, Y EN ESPECIAL, POCO ANTES DE HACER aquello que no quieres hacer. Nosotros respondemos a los estímulos -sean buenos o sean malos-, pero los estímulos son el fruto de los pensamientos -sean buenos o sean malos. Por eso, cuando tú llegas a hacer lo que tu “carne” quiere, es porque antes hubo multitud de pensamientos insanos. Esa es la razón por la que te aconsejo que vigiles atentamente en qué se está ocupando tu mente durante el día, y en especial, antes de pecar. Yo estoy de acuerdo que todos necesitamos consejería, así como apoyo en oración, pero también debemos estar conscientes que NECESITAMOS HACER LO QUE NOS CORRESPONDE; y en este caso, necesitas vaciar tu mente de pensamientos impuros, y la mejor manera de hacerlo -aparte de orar continuamente- es llenarla con las palabras de Dios. Es obvio que el resultado no será inmediato, se necesita perseverancia; pero al final, verás el hermoso fruto. Otra ayuda de ti para ti: Des-anda los caminos equivocados. ¿Qué quiero decir con eso? Que, con la ayuda del precioso Espíritu Santo, propón en tu corazón DÍA A DÍA, no ir a esos lugares que no convienen, ni visitar a las personas que te llevan a tropezar, ni ver o escuchar cosas o videos que violentan la pureza que Dios quiere para ti. No te desanimes si un día lo logras y otro no, porque el desánimo es una de las armas más usadas por el enemigo. Al contrario, satúrate de pasajes bíblicos que hablen de la victoria que tienes en Cristo. ¡Escúchate a ti mismo hablando de ellos! ¡Confiésalos con tu boca! ¡Que te oiga el enemigo! ¡Que él sepa que tú no le pertences! ¡Clama continuamente a la Sangre Victoriosa de Jesucristo, pues fuiste comprado por Él!
En el amor de Dios, y con la certeza que serás victorioso en Jesucristo, TU AYUDADOR.